"¿Cuál es la frontera entre una actividad política privada y el simple tráfico de influencias privado?", se pregunta el diario
La cosa funciona así. Ocurre algo –en periodismo se llama ‘la percha’–, una anécdota por lo general que haya generado polémica, que permite colgar un extenso reportaje para el suplemento dominical de los grandes periódicos.
En la reunión de temas, el director comenta lo que quiere y minutos después el jefe de turno le espeta a uno de sus periodistas de confianza:
—Luis, aprovechando la percha de la ‘peineta’ de Aznar, te vas a trabajar a qué se dedica desde que es ex presidente.
—¿Espacio? –pregunta el redactor.
—Largo, para la apertura del suplemento ‘Domingo’… unas cuatro mil palabras. Le vamos a dedicar cinco páginas.
Y Luis se pone a darle frenético a la tecla tras documentarse y leer todo lo posible y hablar con los de Política para que le resuman a qué se ha dedicado Aznar en los últimos años.
Cuando está el primer borrador, comienza la edición. El tema es delicado y hay que revisar todo.
Es fundamental que el extenso reportaje esté trufado de declaraciones textuales que le den credibilidad.
Da igual que éstas sean anónimas y no aparezca ni un sólo nombre propio –el lector no se entera–, siempre que resulten lapidarias y creíbles.
Se trata de, con los verbos ‘sostiene’, ‘apunta’, ‘señala’, ‘dice’, ‘se atreve’, ‘pronostica’ o ‘admite’, hacer combinaciones poniendo de sujeto:
- un ex asesor
- un ex colaborador
- un veterano diputado
- un joven diputado
- otro miembro del partido
- un dirigente popular
Algunos ejemplos (fíjense en la coletilla tras las comillas de cierre, porque algunas son de premio):
- «Lo lógico sería que, a partir del día después, se vuelva más natural el personaje y el público que lo rodea», sostiene un ex asesor de Aznar
- «Por ese motivo, la vida de ex se la tiene que inventar», apunta otro ex colaborador, con entrada libre en La Moncloa durante algunos años
- «No ha dejado de ser el mismo Aznar de siempre», señala un veterano diputado, en otros tiempos más cercano al presidente
- «No es y no lo será nunca un buen contador de chistes», se atreve a pronosticar un diputado
- «FAES era una forma de buscarle un sitio», admite un diputado, cuya opinión no concuerda con la de otro compañero
- «¿Qué hizo de original Aznar en todo este tiempo? Probablemente, lo de Murdoch, poniéndose a tiro como consejero del primer millonario del mundo de medios de comunicación», sostiene un ex colaborador suyo
- «Aznar tiene mejor prensa fuera que dentro», apunta un dirigente popular
- «Pero el problema de Aznar es que se ha escorado mucho», señala otro miembro del partido
- «Aznar es nuestra memoria», dice un joven diputado popular
Y cuando ya no quedan más ex asesores, ex colaboradores, diputados, dirigientes o miembros del partido, entonces se acude a los siempre socorridos:
- Así se dice de él en privado…
- Algunos lo atribuyen a…
- Hay quien apunta cierta contradicción…
- Otros le reprochan…
- Otros creen que…
- También han advertido que…
LA ELECCIÓN DE LAS IMÁGENES QUE ILUSTRAN EL REPORTAJE
Mientras el plumilla enmorcilla el texto con decenas de declaraciones anónimas, los de Fotografía, informados sobre el enfoque, presentan una selección de imágenes para que el jefe elija.
El último paso es el titular del artículo y la entradilla. Lleva su tiempo, porque no se trata de hacer algo meramente informativo. Conocedores de que sólo un pequeño porcentaje de los que posen sus ojos leerán el texto completo, sólo tienen una oportunidad de décimas de segundo de que su mensaje cale.
Hacer un buen lead (titular y entradilla) de un reportaje requiere muchos años de oficio y dosis de talento.
A veces, la fotografía inspira el titular; otras, el titular obliga a escoger una imagen acorde (las imágenes del reportaje puede verlas en la galería de fotos que acompaña estas líneas).
¿El resultado final que llega a los quioscos?
Titular del suplemento ‘Domingo’: Es Aznar
Entradilla: Brusco e incómodo incluso para los suyos, el ex presidente José María Aznar desata ciclones a su paso. El País reconstruye su nueva vida.
Fotografía: Un Aznar con gafas ray-ban de espejo, tipo Tom Cruise en Top Gun, rostro endurecido por el sol. Un tipo duro.
Con ese precedente, el lector pasa la página y se encuentra:
Título reportaje: Aquí estoy yo
Entradilla: Tras haber abandonado la presidencia con 51 años, ha esculpido sus abdominales, ganado un buen dinero y labrado amistades tan fulgurantes como poco ortodoxas. Pero no está dispuesto a hacer concesiones políticas. Ahora menos que antes. Porque es un halcón y se siente libre.
Fotografías: Dos imágenes a gran tamaño. La primera, viajando en la parte trasera de un coche oficial con asientos de cuero negro, mano en el mentón y mirada perdida al exterior con el pie de foto: «Aznar, durante un trayecto en coche por Washington en 2008». La segunda, haciendo estiramientos contra una pared vestido en zapatillas, pantalón corto y sudadera amarilla (pie de foto: Aznar hace sus ejercicios en Washington vigilado por un escolta.)
Por último ya sólo queda escoger los sumarios para completar la esencia del artículo para ese 95% de lectores que no se detendrá a leer el texto completo (pero fíjense en que todos son citas textuales… ¡anónimas!):
- «Aznar debía diseñar su futuro y un futuro fuera de aquí. Tenía que abrirse al mundo exterior»
- «Aznar tiene mejor prensa fuera que dentro. Maneja un nivel de relaciones internacionales muy alto»
- Aznar pasó en 2009 224 días fuera de España para recorrer el equivalente a nueve vueltas al mundo
- ¿Cuál es la frontera entre una actividad política privada y el simple tráfico de influencias privado?
- Sigue siendo amigo de Blair. Con Putin mantuvo gran sintonía. Se le dan los tipos aparentemente duros»
- «Tenía dos cuestiones pendientes: conservarse joven y hablar inglés. Domina el inglés y ya tenemos en él a un atleta»
Objetivo logrado. Seguramente ahora ya podrá pasar a leer otra noticia de Periodista Digital, pero si está entre ese 5% que le interesa leer el texto completo del reportaje, aquí lo tiene: Reportaje ‘Es Aznar’: Aquí estoy yo firmado por Luis Gómez.