El Mundo publica el 7 de marzo de 2013 un artículo de Salvador Sostres sobre Hugo Chávez titulado Un chandal menos. Arranca con dureza:
Murió Hugo Chávez, un personaje nefasto. Nefasto para los venezolanos, nefasto para el mundo libre, nefasto para la Humanidad. Supongo que como ha muerto, algunos dirán que es de mala educación escribir su verdad. Es esa corrección política tan funesta como un totalitarismo, y que conduce inevitablemente al compadreo con el crimen. No seré cómplice, ni ahora ni nunca, de una dinámica tan siniestra.
Chávez fue un enemigo de la propiedad privada, que es la base de la libertad. Con su populismo de expropiación y chándal destruyó moralmente a su pueblo y sumió a los venezolanos en el engaño y el atraso.
Lanza una advertencia sobre quienes le ensalzan en España:
La libertad empieza siempre a resquebrajarse por tipejos como Chávez, y por los que en lugar de levantar un dique de contención contra su barbarie, le ríen las gracias.
Concluye:
Del desprestigio de la política emergen déspotas como el que falleció el martes, expertos en hacer negocios con la necesidad de la gente más desesperada, y con su tristísima ignorancia. La muerte de Chávez es una buena noticia para Venezuela y un alivio para la libertad.
Un tirano menos nos está apuntando con su populismo barato. Un chándal menos que tenemos que lamentar.