ABC denuncia que los podemitas "pretenden situar en la diana a los periodistas" para impedir las informaciones que les perjudican
La apertura por el Ayuntamiento de Madrid, dirigido por la extrema izquierda, de una página web con la finalidad de corregir las informaciones que a Ahora Madrid le desagradan o que considera incorrectas ha provocado la reacción unánime de la prensa editada en la capital de España. Después de las críticas de la Federación de Asociaciones de Prensa, le toca a los periódicos.
La Razón encuentra en los regímenes bolivarianos de Venezuela y Bolivia los modelos en que se inspiran los podemitas madrileños:
«En septiembre de 2013, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunciaba la creación de un espacio para informar sobre la actividad de su administración y rectificar a los medios de comunicación privados: «Como estamos haciendo ahora una nueva modalidad de comunicación vamos a sacar también el Noticiero de la verdad», aseguró durante un discurso televisado. (…) Dos años antes, en 2011, el presidente de Bolivia, Evo Morales, creó el Ministerio de Comunicación».
Para ABC, cuyo editorial se titula ‘Acoso totalitario a la prensa’, estamos ante un intento de «situar en la diana a los periodistas imponiendo un control exhaustivo sobre la prensa para acallar las críticas o para impedir las denuncias contra sus errores, contradicciones y desautorizaciones, o contra sus abusos de poder».
El editorial de El Mundo deja claro en el titular su opinión: ‘La web de la verdad es una herramienta de presión y desprestigio hacia la prensa’. Añade que la alcaldesa y su equipo tratan de «imponer una verdad oficial».
Hasta El País publica un editorial crítico, en el que en tono paternalista habitual, le aconseja a Manuela Carmena que «reconsidere» la web.
EL MUNDO
Es muy desafortunada porque puede ser utilizada para señalar a periodistas y como advertencia a los medios. Se trata de una intolerable herramienta de propaganda, presión y desprestigio desde el poder. Con razón la presidenta de la Federación de Asociaciones de Prensa se queja de que la página desprende «un halo de censura». Lo hace desde el nombre -‘Versión Original’-, etiqueta de reminiscencias orwellianas que ni siquiera disimula que su pretensión es imponer una verdad oficial.
Resulta insólito que en nuestro país una Administración utilice recursos públicos para crear un gran hermano que supervise las informaciones de prensa y repruebe las que no son de su gusto. Son los medios de comunicación quienes deben cumplir en democracia la función social imprescindible de fiscalizar el ejercicio del poder, y no al contrario.
ABC
Pretenden situar en la diana a los periodistas imponiendo un control exhaustivo sobre la prensa para acallar las críticas o para impedir las denuncias contra sus errores, contradicciones y desautorizaciones, o contra sus abusos de poder. La «página web de la verdad» es una burla creada con ánimo amordazante y estigmatizante, y más parece una «página de la vergüenza». Emplear recursos públicos para su sostenimiento es una perversión del ejercicio del poder en beneficio propio. Algo típico de modelos tiránicos.
Son muchas rectificaciones en pocos días. Modificar el callejero de Madrid con una visión sectaria de la «memoria histórica», y luego negarlo, o su marcha atrás en la anunciada imposición de tasas al turismo y al uso de los cajeros automáticos son errores propios de los que no tiene derecho a culpar a la prensa. Y menos aún, perseguirla.
Carmena está sobrepasada por la profunda incoherencia interna de su equipo de gobierno, por la enmienda constante a su propio pensamiento y por una inexperiencia alarmante que pagan a diario todos los madrileños. Pretender paliar esas deficiencias con el acoso a los periodistas solo refleja su impotencia y un afán desmedido de control. Cuando la democracia se convierte en un ejercicio totalitario, deja de ser democracia.
LA RAZÓN
La confusión entre la función de la información como sistema de control y la idea de información como una prolongación de la comunicación política lleva, en el caso de Carmena, a decir muy maternalmente que «los periodistas tenéis una función esencial; no es que me fíe, es que pienso que sois fundamentales», por lo que es necesario que «mejoren las informaciones que entre unos y otros nos cruzamos». Es decir, los medios como prolongación de la comunicación institucional. George Orwell, que se las tuvo que ver con el totalitarismo fascista y comunista, escribió que «si la libertad significa algo es, sobre todo, el derecho a decirle a la gente aquello que no quiere oír». Carmena ha creado con esta web un sistema de defensa de la política del Gobierno de Ahora Madrid y Podemos y que pretende dejar en evidencia a los periodistas que deben construir las informaciones a través de sus propias fuentes y nunca con la colaboración del poder, o siempre que no le beneficie. Basta consultar esta web, abierta desde ayer con el revelador nombre de «Versión original», para comprobar que se está haciendo un uso político de un portal municipal.
EL PAÍS
Son varias las señales de que algunos de los nuevos poderes constituidos dan ciertas muestras de bisoñez o que parecen equivocarse en lo más fácil. Lo cual introduce la duda sobre su capacidad de abordar los asuntos realmente difíciles. Conviene que Manuela Carmena reconsidere la web lanzada por el Ayuntamiento madrileño y la reoriente seriamente o la retire.