La crisis abierta en el pacto PP-Ciudadanos por la situación judicial del presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, es la principal referencia informativa que podrán encontrar este 3 de marzo de 2017 en las tribunas de opinión de la prensa de papel.
Federico Jiménez Losantos, en El Mundo, asegura que la posición del PP y de Mariano Rajoy pueden acabar haciendo saltar por los aires la legislatura:
Murcia es sólo la primera prueba de que C’s está harto de la chulería del PP y de su continuo recurso al PSOE para no luchar contra la corrupción.
Santiago González considera que Ciudadanos está aplicando una curiosa doble vara de medir respecto al presidente de Murcia, sobre todo porque Rivera apoyó una ley en la que el límite de la dimisión se halla en la apertura de juicio oral:
En esa ley se fija la dimisión en la apertura del juicio oral. Es un poco ridículo que mantengan para el presidente de Murcia investigado otro criterio, convirtiéndolo en imputeado.
Ignacio Camacho, en ABC, entiende que Albert Rivera quiere recuperar la credibilidad de Ciudadanos poniéndose más que inflexible en Murcia:
Cometió el error de no entrar en el Gabinete y ahora se juega su credibilidad, su respeto y la relevancia de su partido a una sola baza.
Luis Ventoso le afea al líder de Ciudadanos que dinamite algo tan sencillo como no cargarse a un político por unas sospechas que a veces no tienen base:
¡Qué gran avance regenerador cepillarse la presunción de inocencia!
El editorial de La Razón apunta que a Rivera lo que le pierden son las formas arrogantes:
Lo que chirría en todo el discurso presuntamente regeneracionista de Ciudadanos, es la arrogancia de quien se cree por encima del ordenamiento jurídico y desecha la experiencia de la historia en nombre de un nuevo paradigma moral.
El País, en cambio, exige al presidente marciano, Pedro Antonio Sánchez, que dimita o el PP le obligue a hacerlo:
La decisión de Ciudadanos de romper el pacto de gobierno con el PP en Murcia, aunque no tenga efectos inmediatos, abre una grieta en las relaciones de ambos partidos que solo podrá cerrarse con la dimisión de Sánchez.