Historias de la tele

Todo lo que no te contaron sobre el mítico curso de inglés de los 80: «Follow me»

"Hello! I’m Francis Matthews. My name’s Francis Matthews"

Follow me
Follow me BBC

Con esta mítica frase, empezaba, la primera entrega de ‘Follow me’, un innovador curso de inglés creado por la BBC en coproducción con BR, NDR, HR, WDR, ORF, SRG y TeleAc y en colaboración con la Asociación de Educación de Adultos de Alemania y el Consejo de Europa. Llegó a nuestro país en 1985 y se emitió por lo que entonces llamábamos «la segunda cadena» de TVE. Un curso que supuso toda una revolución en nuestro país, dado que nunca se había usado la tele, con ese sentido educativo y para muchos de los que ya llevabamos años trabajando en la lengua extranjera, nos supuso una ayuda para adquirir aún más competencia en el dominio del Inglés. Merecía la pena aprender inglés y de esa forma y antes que llegara el consabido Brexit que tiene enfrascados a los británicos en su separación de Europa.

Con una presentación atractiva en capítulos cortos, donde se introducía el tema a tratar, y se mostraban luego sketches de la vida diaria inglesa, enfocados a trabajar el lenguaje y vocabulario propio, del tema expuesto; resultaba de un atractivo ineludible para aquel momento y toda una revolución para la enseñanza via televisiva.

‘Follow me’ venía ya avalado por una gran acogida internacional que se alargaría durante un par de lustros. De hecho, el programa vio la luz en Reino Unido a finales de los setenta, pero se fue vendiendo por medio mundo hasta diez años más tarde. Por dar un dato, en 1983 registró una audiencia de cien millones de telespectadores en China.

Pronto el programa ‘Follow me’ se convirtió en un referente sobre lo que era aprender inglés en nuestro país y también sobre una forma de asistir a clase sin moverse del sofá, algo bastante novedoso en la década de los ochenta, pero que entroncaba con otros espacios de tipo educativo como el ‘Puesta a punto’ de Eva Nasarre, un programa diseñado para que cada uno desde su casa pudiera mantenerse en forma. El panorama televisivo de la España de mitad de los 80 se prestaba como nunca al éxito de este curso de Inglés, adaptado a todos los niveles, desde el que no tenía ni idea de una sola palabra de la Lengua Británica, hasta el que ya tenía cierta noción de la misma. Pero siempre, teniendo en cuenta, que en ningún momento se usaba el castellano para traducir. Era un curso de Inglés en toda regla, sin nada en castellano, tal y como si los españolitos de ese momento, se fuesen a Londres, a intentar aprender algo del idioma lugareño.

En el caso de ‘Follow me’, el espectador podía elegir entre seguir simplemente el programa a lo largo de sus 60 entregas o comprarse una serie de libros, vídeos y cassettes que se pusieron a la venta para que cualquiera pudiera aprender en casa. Fue una gran novedad de nuestro panorama televisivo de los años ochenta y marcó el punto de inicio de lo que ahora es la formación on-line cuando a falta de internet buena era la tele.

Follow me presentado por el genial actor Francis Matthews, que era el conductor del programa y el nexo entre las diferentes escenas con que se nos presentaba el idioma. Actor dramático nacido en la ciudad de York en 1927 y con decenas de papeles a sus espaldas desde los años cincuenta, Matthews se convirtió con ‘Follow me’ en ese profesor particular que los televidentes tenían en su propia casa sin necesidad de desembolsar una suma considerable de dinero por cada hora de trabajo.

En países como China lo veneraban a él y al resto del elenco de ‘Follow me’, y es que en aquellos tiempos, con tres cadenas para todo el país, los de ‘Follow me’ eran Los profesores de inglés. En España el programa tuvo una calurosa acogida y, aunque nunca se llegó a ese nivel de identificación con los protagonistas, el curso se convirtió en el paradigma del aprendizaje rápido del idioma. Los que por aquel entonces cursábamos los últimos cursos de EGB, lo recordamos como el refuerzo en casa de la gramática que estudiábamos por las mañanas.

Por otra parte, Matthews caía simpático sin que supiéramos muy bien por qué. Con una gran sencillez interpretativa, representaba con pulcritud la elegancia del gentleman británico y nos invitaba a ser como él. Sin duda, Francis Matthews se erigió, seguramente sin pretenderlo, en embajador de la lengua inglesa por todos los países que tradicionalmente habían estado peleados con su idioma. Su facilidad y presencia ante las cámaras facilitaban sin duda, el nexo que unía la introducción del vocabulario a trabajar, con los sketches o escenas donde se trabajaba el mismo.

Su apariencia, de gentelman inglés y su correcta pronunciación, son un icono ochentero, como lo pueda ser Madonna o las gafas rayban de Michael Jackson.

Les recomiendo mis queridos amigos lectores, que cojan su ordenador y busquen por youtube.com los miles de videos que hay de este curso. Un buen método, rápido, sencillo y sobre todo económico para desempolvar su anquilosado Inglés. LET´S IMPROVE and FOLLOW ME.!!! Pero Follow me, no al Brexit, sino a aprender un inglés elemental!!!

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