A estas alturas a los espectadores de Antena 3 les queda poca capacidad y espacio para la sorpresa (Atresmedia fuerza a La Razón a despedir a Alfonso Rojo por denunciar Periodista Digital con humor el sectarismo de laSexta).
Hay que tener mucho cuajo, y dosis de bicarbonato extra, para digerir el continuo blanqueo y los masajes que reciben los golpistas independentistas en el programa informativo estrella de Atresmedia, Espejo Público, que dirige y presenta Susanna Griso (Griso quiere hacer la de la profesora regañona pero le sale de pena con el alumno nuevo de la clase).
Griso, esposa de un conocido activista indepe catalán, hace tiempo que ha perdido los papeles y ha demostrado que, aunque su cometido debería ser el de moderadora y presentadora, cuando escucha cosas en boca de sus colaboradores que no le gustan no tiene problemas para afeárselo (Susanna Griso se pone de los nervios cuando oye a un tertuliano recordar las aberrantes compañías de Podemos: «¡Eres un trilero!»).
Y eso ocurre con mucha frecuencia cuando alguien arremete contra los intereses del independentismo catalán o incluso cuando algún contertulio arremete contra algún miembro de Podemos (En Griso TV nos quieren colar que Pisarello en la mesa del Congreso no es un grosero ‘indepe’ que quitaba banderas de España ).
Una de las infamias definitivas de Griso ocurría cuando daba voz al abogado del fugado Carles Puigdemont, Jaume Alonso-Cuevillas, que no debería ni participar en una televisión como Antena 3, porque si bien ya es suficiente su presencia para insultar a los españoles, además sus miserables palabras terminan por ser una auténtica afrenta más o menos del tamaño del golpe de Estado de octubre de 2017.
Y Susanna Griso, tragaba con todo con una sonrisa, sin un ápice de reacción que defienda a los espectadores de semejante insulto.
Todo con el respaldo de los directivos de Atresmedia, ese grupo mediático que mantiene a palmeras del golpismo como Griso o en la radio a Julia Otero con su entusiasta programa progre en las tardes de Onda Cero. A los dirigentes de Atresmedia les da igual el flaco favor que están haciendo a España porque mientras tanto ellos llenan sus abultadas chequeras.
Abultadas ganancias como las de Susanna Griso, que no tiene un contrato de larga duración con la televisión de Planeta, pero sí renueva casi en periodicidad anual por una millonaria cantidad.
Aunque su sueldo sigue siendo un secreto, diversas fuentes han confirmado a Periodista Digital que la presentadora catalana se embolsa un sueldo anual de más de 2 millones de euros netos. Cantidad a la que habría que sumar los ingresos publicitarios y otras colaboraciones, que acercarían a Griso a los 3 millones de euros.
Susanna Griso, la musa de las mañanas de los sufridos espectadores de Antena 3, es también una mujer de abultada chequera. Todo ello, claro está, con la complicidad y el respaldo de los Javier Bardají (Director General Atresmedia TV), Mauricio Casals (presidente La Razón y adjunto a la presidencia de Atresmedia), José Creuheras (Presidente Planeta y Corporación Atresmedia) y del director de Informativos de Antena 3, Santiago González.