Ana Rosa Quintana arrancó una fantástica costumbre allá por septiembre de 2020, ‘el debate político de los viernes’, del que salieron enfrentamientos salvajes para la historia de la tele. (««Machista, mentiroso, matón… ¡Ladrones, profanadores de tumbas!»)
Pero con el paso del curso se acabó hartando la presentadora y cerrando esta mesa, como parecía lógico, porque aquello era para tirarse de los pelos: «Esto no es horrible, es aún peor»
Al arranque de la presente temporada 21-22 el espacio de Mediaset recupera el entusiasmo de nuevo por recuperar este debate de los viernes, aunque lo hace de momento sin Monederos que exploten el diálogo. En la primera mesa, políticos en apariencia más sosegados: Jose Ramón Bauzá (Ciudadanos), Macarena Olona (VOX), Susana Díaz (PSOE) y Cayetana Álvarez de Toledo (PP).
Y todo arrancó con la socialista poniéndose gallito contra la de VOX: «¿Pero en VOX estáis a favor de la subida de 15 euros del salario mínimo?»
Olona: Estamos a favor de la subida de 15 euros del salario mínimo pero no de manera irresponsable. ¿Por tercera vez te lo tengo que repetir?
Susana Díaz: Pero si es sin insultarme te lo agradezco.
Olona: Te aseguro que no te he insultado, porque de insultos tú tienes mucho que enseñar al resto, de los directos y de los que practicas con la ciudadanía cuando se amparan 40 años de corrupción socialista en Andalucía, así que tú de insultos estás para darnos muchas lecciones.
Susana Díaz: Me resulta lamentable… Esto me da una oportunidad de reivindicar algo que para mí es un orgullo; he estado seis años y no tengo ni una mancha ni de las personas que me acompañaron al frente del Gobierno d Andalucía.
Olona: ¡Recuerdo a su señoría Alaya describir las presiones que tú personalmente hacías a la Justicia!
Choque con Cayetana
Sobre Cataluña y la mesa de diálogo de Sánchez con los independentistas, ahí entró con todo Cayetana Álvarez de Toledo contra la socialista, que no hacía más que recibir por todos lados:
Es evidente que no quieres hablar del gran problema español porque tu partido está en una deriva reaccionaria y delante contra el orden constitucional. Esta operación de diálogo es una vez más la decadencia para Cataluña que la condena una vez más a seguir en la frustración. Los partidos constitucionalistas deberíamos ponernos de acuerdo, tu partido ya no lo es, y tener un plan.