Nos une la música
como una caricia
cabecea el alma
como siempre se hace
cercano al sonido
dulce de tu encanto
y ya estremecido
cobija al sujeto.
Mira esa ventana
la cuerda aparcada
en su vertical
los mudos martillos
se quedan dormidos
sobre la esperanza
a que los despierte
con todos tus dedos
o bien con tu voz.
José Pómez
http://pomez.es