(PD).- Zapatero no desaprovechó la oportunidad de meter el dedo en el ojo de la presidenta madrileña, aunque haciendo gala de su talante. El presidente coincidió con ella en un almuerzo ofrecido por Solbes, le dio sus «condolencias» por la crisis de su partido y deseó que Rajoy no se fuera a pique con un juego de palabras.
La crisis por la que atraviesa el PP es motivo de bromas y chanza entre los socialistas, que estos días viven más tranquilos que nunca. Ni el propio José Luis Rodríguez Zapatero se ha resistido al chiste fácil.
El presidente era uno de los invitados al almuerzo ofrecido por Pedro Solbes con motivo de la Asamblea del Banco Asiático de Desarrollo. Cita a la que también había asistido la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.
Como no podía ser de otra forma, ambos hablaron del delicado momento que se vive en las filas populares. En ésas estaban cuando Zapatero le dijo a Aguirre: «Espero que no caiga (por el PP) en la desesperanza».
Fuentes del entorno del presidente reconocieron a Efe que el comentario era en alusión a los problemas que padece el partido de Mariano Rajoy. Lo que no aclararon es si eso de la «desesperanza» iba por el papel que juega la presidenta madrileña en todo esto, aunque parece evidente. Falta saber qué le contestó ella.
