Un apretón de manos que llega, tal vez, un poco tarde

Un apretón de manos que llega, tal vez, un poco tarde

(PD)-. Después de una sonada y, al parecer, confirmada pataleta para estar en esta cumbre; Zapatero ha conseguido lo que quería. Ser recibido en la Casa Blanca. Pero ¿no es demasiado tarde ahora que George W. Bush ha empezado a hacer las maletas. Al margen de este detalle y a la espera del pagar a Francia el cheque en blanco que nos ha costado estar en la cumbre del G-20 surge otra pregunta: ¿podrá el “buenismo” de Zapatero cambiar las cosas según la voluntad expresada por él mismo?

El presidente de Estados Unidos recibió este sábado con una sonrisa y un apretón de manos al jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, en su primera visita a la Casa Blanca.

Al parecer y mientras le sugería que se volviera, para salir bien en la foto, todo lo que Bush le dijo a Zapatero fue:

«Encantado de verte y gracias por venir»

Zapatero llegó a la residencia del presidente de los Estados Unidos a las 18.39 horas (23.39 horas GMT) para participar en la cena con la que comenzará la cumbre del G-20, que abordará la reforma del sistema financiero internacional.

Fue el noveno mandatario en acceder al edificio, justo después del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, y antes del presidente ruso, Dimitri Medvedev.

Bush le recibió sonriente y, mientras le saludaba, le pidió que se girara para que los fotógrafos y las cámaras de televisión pudieran captar la imagen de los dos juntos. Después, el anfitrión guió al presidente español a la sala de banquetes del ala este de la Casa Blanca, donde tendrá lugar la cena.

Tras Zapatero, accedieron al edificio el ministro español de Economía, Pedro Solbes, y el secretario de Estado del ramo, David Vegara, que participarán en una velada paralela ofrecida por el secretario del Tesoro, Henry Paulson.

El protocolo estadounidense ha sentado a Zapatero en la cena entre la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro holandés, Jan-Peter Balkenende.

Entre los primeros en llegar a la residencia oficial tvieron el secretario general de la ONU, Ban ki-Moon, el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, y el director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn.

Minutos después llegaron el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, el japonés Taro Aso, el australiano Kevin Rudd y el británico Gordon Brown.

RECIBIDOS EN LA PUERTA DE LA CASA BLANCA

George Bush fue recibiendo uno a uno a los participantes en la cumbre por orden de presencia inversa (en función del tiempo que llevan en el cargo). De este modo, antes de Zapatero, el octavo en llegar, el presidente estadounidense recibió a los líderes de Japón, Australia, Reino Unido, Canada India, Alemania y Turquía.

El primer ministro de Holanda, Jan Peter Balkenende, que había sido invitado a la Cumbre a última hora por Sarkozy, finalmente no participará en ella debido a la muerte de su padre, informó el presidente de EEUU, George W. Bush.

Balkenende fue informado sobre el fallecimiento de su padre cuando se encontraba camino a Washington y decidió regresar de inmediato a su país, para estar junto a su familia. En la Cumbre, Holanda estará representada por el ministro de Finanzas Jan Cornelis de Jager.

BUSH PONE LOS PUNTOS SOBRE LAS ÍES

En su papel de anfitrión, Bush tomó la palabra durante la cena y apostó por aumentar la cooperación entre las distintas potencias para salir del atolladero.

El presidente estadounidense realizó una firme defensa del libre mercado, porque pese a la actual crisis es «el camino más seguro hacia el crecimiento» económico.

Frente a la apuesta de la UE de acometer reformas en profundidad, Bush ha llamado a huir del exceso de intervencionismo:

«Todas las naciones deben rechazar las llamadas del proteccionismo, colectivismo y derrotismo».

Estas declaraciones chocan con la otra corriente, presente también en la cumbre y representada principalmente por Europa y los países emergentes, de un mayor control financiero.

Bush también se ha felicitado de que las principales naciones estén coordinado sus medidas «como nunca antes», en referencia a los planes de rescate conjuntos de los bancos centrales estadounidense y europeo:

«Compartimos la convicción de que si colaboramos, podemos restablecer la economía mundial al camino de la prosperidad a largo plazo».

También ha querido ofrecer una visión positiva de la evolución económica al asegurar que los mercados de crédito empiezan a dar muestras de mejora, las empresas están recuperando el acceso a la financiación y «la estabilidad está comenzando a volver al sistema financiero internacional».

AGENDA DE TRABAJO

Los líderes mundiales trabajaran este sábado sobre un borrador en el que los puntos principales son los siguientes:

* 1. Se hace responsable al sistema financiero y también a los políticos de determinados países de haber fallado en la regulación y en la supervisión de los agentes económicos.
* 2. Se reconoce que a corto plazo se han tomado medidas pero ahora hay que impulsar la demanda mundial con una política fiscal y monetaria expansiva (consistente en bajar los impuestos e inyectar dinero al sistema).
* 3. Es necesario reformar a nivel global las formas de supervisión.
* 4. Se adquiere el compromiso de defender el libre comercio y reconocer de que no cabe un proteccionismo excesivo ni una sobreregulación.
* 5. Se quiere avanzar en la ronda de Doha.

Sobre estos puntos no hay acuerdo. De hecho, EEUU se opone de plano al primer punto. En lo que sí han coincidido los mandatarios es en que antes de finales de marzo habrá una nueva reunión de alto nivel.

El próximo miércoles Moratinos viajará a Washington para despedirse de Condoleezza Rice, que abandona el cargo, y mantener un encuentro con Madeleine Albright, colaboradora de Obama.

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