Tras el parón estival, han regresado los ‘Aló, presidente’ de Pedro Sánchez con su recital de palabrería fofa y mentiras habituales.
Sánchez se ha limitado a decir que «hay que estar unidos» sin explicar los motivos por los cuales ha habido rebrotes.
«La tendencia es preocupante pero hay que atajarla unidos y sin miedo», ha dicho Sánchez, que sobre sus espaldas carga con la responsabilidad de 50.000 muertos por coronavirus. Por cierto, cuando le preguntaron por el número de muertos, esquivó la pregunta.
«No podemos permitir que la pandemia vuelva a adueñarse de nuestra vida», ha alertado el socialista. «No lo vamos a permitir. Tenemos que tomar el control, doblegar esta curva y cuanto antes y con mayor eficacia. Tenemos que hacerlo unidos, porque no hay otra manera», ha añadido.
NO DESCARTA UN ESTADO DE ALARMA
La principal propuesta que ofrece Sánchez es que las comunidades autónomas soliciten un estado de alarma ‘a la carta’, es decir, por territorios. Mientras, rechaza emprender reformas legales, como se le reclama desde la oposición.
«Los instrumentos legales con los que contamos son suficientes para hacer frente a la pandemia», ha rebatido. En su lugar, ha explicado que «si un presidente autonómico considera que necesita este instrumento jurídico en su territorio el Gobierno de España se abre a darles esta capacidad».
La autoridad competente recaería, en ese caso, en el presidente autonómico en cuestión, que ejercería como «mando único».
«En coherencia con nuestra voluntad de cogobernanza sería ese presidente autonómico quien, con el presidente de España, comparecería ante el Congreso para solicitar las prórrogas», ha subrayado Sánchez.
El Gobierno, ha anunciado además, pondrá a disposición de las comunidades autónomas 2.000 militares para realizar labores de rastreo. También se mejorarán, según ha dicho, los medios digitales para descubrir nuevos positivos.
Sánchez ha reconocido que la ley no obliga a los presidentes autonómicos a acudir personalmente al Congreso para defender un estado de alarma en su territorio y que será la Mesa del Congreso quien tendrá que decidir el formato pero ha defendido que cada presidente será el más adecuado para explicar la situación de su comunidad.
Ha recordado que una declaración del estado de alarma no tiene por qué implicar un confinamiento. La respuesta al virus, ha dicho, no tiene por qué ser la misma que en marzo porque la maquinaria está «mejor engrasada» y se conoce mejor la enfermedad.
Al ser preguntado por la posibilidad de decretar un nuevo confinamiento en toda España a través del instrumento legal de la declaración del estado de alarma, —reseña Ketty Garat en LD— Sánchez escurrió el bulto con el argumento de que «las soluciones no tienen por qué ser las mismas a las de hace unos meses» y dejando toda la responsabilidad en las CCAA y sacando pecho porque el Gobierno «da un paso más en la cogobernanza con los territorios».