Los agentes de la Policía Nacional o de la Guardia Civil están hartos del clima de inseguridad y delincuencia que rodea al mundo de la inmigración ilegal en España. En los últimos meses, tal y como han explicado fuentes policiales a Periodista Digital, han detectado además un aumento exponencial de los delitos “muy violentos” de ciudadanos de origen argelino y marroquí.
Las mismas fuentes han expresado su preocupación por la situación, al tiempo que reconocen estar “desbordados” por la falta de medios, personal e implicación del ministerio del Interior, que dirige Fernando Grande-Marlaska, a quien culpa de la extrema gravedad de la situación actual. «Todo por culpa del Gobierno de Pedro Sánchez«, dicen.
En este sentido, en las redes sociales, grupos de telefonía y otros ambientes policiales se están difundiendo informaciones que no trascienden a los medios de comunicación pero que sirven de denuncia interna y también de alerta a los agentes que se encargan de la seguridad ciudadana de los pueblos y ciudades españolas.
PD ha tenido acceso a una de estas denuncias: brutales imágenes de una salvaje agresión a un hombre en Murcia, cómo lo evitan los agentes que lo descuarticen a machetazos y el resultado (en unas imágenes durísimas) de esa agresión.
Los hechos ocurrieron el pasado día 12 de enero en Molina de Segura (Murcia). Dos hombres de nacionalidad marroquí se acercaron a un hombre de 34 años que se encontraba en un local con su pareja.
Imágenes duras de las consecuencias de la agresión.
Uno de ellos portaba un cuchillo y le amenazó con cortarle una mano. Sin más le apuñaló por la espalda. Cuando el hombre se giró colocó el brazo para protegerse y volvió a ser agredido. Perdió parte de su mano por culpa de este machetazo.
Según las fuentes policiales, el agredido se defendió de sus atacantes consiguiendo arrebatarles el cuchillo y lanzarles varias puñaladas. Los dos agresores y la víctima acabaron en el suelo ya en plena calle. El indefenso agredido recibió puñetazos y golpes mientras nuevamente intentaron apuñalarle. Antes de la llegada de los agentes de Policía Nacional, un hombre y una mujer trataron de separarlos.
Finalmente el varón, de alrededor de 60 años según los testigos y posteriormente confirmado por las fuentes policiales, consiguió hacerse con el cuchillo para evitar más apuñalamientos. Otra mujer, que estaba en los alrededores, se sumó al intento de reducir a los agresores. Los agentes de policía, respondiendo a la llamada al 091, llegaron al lugar y evitaron que los agresores consiguieran su fin al reducirlos de manera contundente. Los ahora detenidos cuentan con 31 y 23 años, tal y como cuentan las mismas fuentes en su escrito de denuncia.