El presidente de VOX, Santiago Abascal celebra los resultados de su partido en las elecciones de Castilla y León durante la noche electoral del 13 de febrero. «13 diputados, más de 200.000 votos de castellanos y de leoneses, 17,6% del voto y representación en 8 de las 9 provincias de Castilla y León» repasaba el presidente de Vox.
Unas elecciones que colocan a la formación verde entre las fuerzas de Gobierno autonómico, accediendo a la vicepresidencia de Castilla en un plebiscito que ha estado marcado por las ‘garzonadas’ de la izquierda castellana.
La ‘España vaciada’
Entre vítores y aplausos ha comparecido ante sus votantes Abascal, seguro y agradecido, un Abascal que no solo ha festejado la victoria en los comicios, sino que también ha querido ensalzar a su candidato y ahora vicepresidente de Castilla, Juan García-Gallardo, por su buen hacer político y su esfuerzo electoral «¡Qué cara de vicepresidente se le está poniendo a Juan García-Gallardo!» destacó Abascal ante su electorado.
También quiso aclarar que su partido es la solución a la herencia del éxodo rural que se vivió en las décadas de 1950, y trasladó la idea de acabar con la España vaciada: «él es el símbolo de esa juventud de Castilla y de León, que ha tenido que dejar su tierra por la despoblación, condenados al destierro» dijo sobre su candidato Juan García-Gallardo.
Guerra política
Santiago manifestó, como representante de Vox, que además de la demonización y los insultos que han tenido que sufrir desde sus comienzos, sus votantes han aguantado las malas intenciones con las que actuaron, tanto sus adversarios políticos, como los mediáticos:
«De todos esos que han intentado, no solo demonizaros, sino robaros la esperanza, durante semanas hemos visto como las casas demoscópicas, una parte muy importante de ellas, jugaban a desalentaros, decían que unos tendrían mayoría absoluta, después que estaban a punto de perderla, no han intentado predecir los resultados, sino influir en el voto, los Tezanos de izquierdas, los Tezanos de derechas, han jugado con las encuestas de una manera corrupta».
Caso de Sebastian Kurz
De hecho, Abascal concluyó su comparecencia recordando el caso de Sebastian Kurz, canciller de Austria que se vio prácticamente obligado a dimitir y ceder su puesto al estar investigado por corrupción, por financiar con dinero público, junto a otras nueve personas, una cobertura mediática favorable, en la que estarían envueltos los centros demoscópicos austríacos, por ello recuerda:
«En Austria tuvo que dimitir el presidente del país, precisamente porque se descubrió un complot en su acceso al poder, y era un complot entre empresas demoscópicas, un periódico y su propio partido, para manipular las encuestas y para llevarles al poder, exactamente lo que están intentando hacer con nosotros desde que Vox surgió, pero vosotros una y otra vez, por encima de las encuestas, por encima de las predicciones acudís a las urnas y dais una lección a los corruptos».
Con este ejemplo desde Vox piden justicia en el CIS, ya que las encuestas que iban publicando nada tenían que ver con la realidad, y como asegura el propio Abascal en su comparecencia, estas encuestas tenían una intención de influir en el voto, y eso no debería estar permitido.
Rufianadas
El presidente de Vox también encontró tiempo, o más bien palabras para ‘atizar’ a Gabriel Rufián y a sus secuaces «los castellanos y los leoneses han demostrado que España quiere más Gallardos y menos Rufianes» así resumió Abascal los comicios.