En la Comunidad Valenciana, los estragos dejados por la DANA no solo han ocasionado daños materiales, sino que han abierto una herida política que aún supura. Las cifras son contundentes: más de 220 víctimas mortales y cientos de miles de afectados.
Pero el verdadero impacto se refleja en las encuestas. Carlos Mazón, presidente de la Generalitat y líder del Partido Popular, no ha logrado deshacerse del peso de una gestión que muchos ciudadanos consideran deficiente. Un 71% de los valencianos, según los sondeos más recientes, pide su dimisión, y hasta la mitad de sus propios votantes le dan la espalda.
El descontento social ha calado hondo, especialmente en Valencia, epicentro del desastre.
En este escenario, el Partido Popular pierde hasta cuatro diputados en las proyecciones autonómicas.
Si bien en 2023 lograron 40 escaños con un cómodo 36% del voto, ahora apenas sostienen 34 escaños y un 31,7%.
Aunque no se trata de una debacle, esta caída revela un desgaste que la izquierda intenta capitalizar, aunque aún no logra una recuperación clara a nivel autonómico.
Y quien pesca y a manos llenas es Feijóo con Mazón..
El ascenso de VOX: de partido bisagra a protagonista
Mientras el PP lucha por contener su fuga de votos, VOX se presenta como el gran beneficiario de esta crisis.
El partido liderado por Santiago Abascal ha experimentado un crecimiento histórico en la Comunidad Valenciana, aumentando sus representantes de ocho a 17 diputados y alcanzando un 16,5% en intención de voto. Este aumento va más allá de lo numérico; también es estratégico.
VOX se reestructura internamente y renueva liderazgos al colocar a figuras como Vicente Barrera al frente en Valencia.
Este movimiento busca consolidar su presencia tanto a nivel autonómico como municipal.
La dirección nacional del partido ha optado por este relevo que puede interpretarse como un ensayo para las elecciones de 2027.
Barrera, exvicepresidente del Consell y conocido en círculos conservadores y taurinos, podría ser candidato a la alcaldía de Valencia.
Su perfil público y su tono más moderado podrían atraer a votantes descontentos con el PP, ampliando así la base urbana del partido y dejando menos espacio al PP tanto en el ayuntamiento como en Les Corts.
Valencia, la joya codiciada: la oposición huele sangre
El mapa político revela una paradoja interesante: aunque el bloque de derecha formado por PP y Vox mantiene una mayoría absoluta ajustada—51 escaños frente a los 48 del bloque progresista—la provincia de Valencia se convierte en el verdadero campo de batalla.
Aquí, el PSPV-PSOE supera al PP mientras Vox suma pero no lidera. La izquierda recupera terreno gracias al resurgimiento del PSPV y un leve repunte de Compromís, dejando a los populares rezagados en el corazón mismo de la crisis.
Desglosando por provincias:
- Valencia: La izquierda gana terreno; el PP pierde cuatro escaños mientras Vox suma dos, creando un mapa más fragmentado.
- Alicante: El PP aguanta con su mejor resultado provincial hasta ahora; sin embargo, Vox no logra capitalizar el malestar social con igual fuerza.
- Castellón: El bloque conservador mantiene posiciones sólidas, aunque Vox avanza notablemente mientras el PP cede parte de su tradicional dominio.
El bloque conservador: equilibrio inestable
A pesar del desgaste evidente, la unión entre PP y Vox garantiza por ahora una mayoría absoluta en Les Corts Valencianes. Sin embargo, la influencia popular se sostiene gracias al empuje creciente de Vox, que ha pasado a ser un socio fundamental dentro del gobierno autonómico. Por otro lado, PSOE y Compromís siguen sin despegar; pero lo cierto es que las tensiones internas dentro del bloque conservador se agrandan cada vez más. Una base electoral joven muestra un creciente interés hacia las propuestas abascalianas.
Este nuevo equilibrio tiene repercusiones inmediatas:
- El PP se ve forzado a endurecer su discurso para mantener una alianza incómoda que le permita conservar el poder.
- Vox capitaliza el voto crítico mientras se prepara para las municipales; Barrera podría desafiar a María José Catalá por la alcaldía de Valencia.
- La fragmentación del voto urbano complica cualquier pronóstico sobre los resultados futuros; la oposición sueña con arrebatarle a los populares su bastión.
Nuevos liderazgos y estrategias: Vox y el PP se reconfiguran
El cambio interno en Vox con Barrera y Aguirre responde a una necesidad urgente: proyectar unidad y disciplina. Aunque han enfrentado deserciones y falta de coordinación municipalmente hablando, esta nueva dirección busca evitar conflictos públicos que tanto daño causaron anteriormente. Ahora tienen claro que deben cerrar filas y aprovechar las debilidades del PP—especialmente en Valencia capital—donde aspiran a consolidarse como una alternativa real al gobierno.
En cuanto al PP, intenta resistir ante las adversidades mientras siente cómo su imagen se desgasta sin poder revertirlo ni mediante cambios ejecutivos ni discursos optimistas. Mazón cuenta con el respaldo nacional pero apuesta por resistir e intentar mantener buenas relaciones con Vox; sabe que cualquier ruptura podría precipitar elecciones anticipadas o incluso un cambio radical en el poder.
Curiosidades y datos del caso
- La DANA ocurrida en 2024 se considera ya como la catástrofe natural más grave reciente para la Comunidad Valenciana; su impacto político recuerda situaciones similares como el Prestige en Galicia o el terremoto de Lorca en Murcia.
- Vicente Barrera destaca no solo por su trayectoria política sino también por su pasado como torero; esto le confiere un perfil mediático singular muy atractivo entre diversos sectores.
- Entre los votantes más jóvenes, Vox ya supera al PP como primera opción; esto es especialmente notorio en áreas rurales y periurbanas.
- La contienda por la alcaldía de Valencia prevista para 2027 promete ser una batalla encarnizada entre Barrera y Catalá por captar ese electorado conservador; además, hay esperanzas entre los progresistas por recuperar terreno tras años dominados por los populares.
El clima político valenciano sigue agitado; lejos de estabilizarse parece moverse como las aguas revueltas tras la última DANA: impredecible e inquietante.
