Nada es gratis, y el precio que llega a poner el poder político a cambio de un favor puede ser muy alto. Es el caso del Canon AEDE o Tasa Google, con el que el Gobierno ha acudido al rescate de una prensa de papel que pasa por difíciles momentos económicos.
A cambio de esta ayuda pagada por terceros, Soraya Sáenz de Santamaría exigió a los editores de periódicos un precio muy concreto. Reclamó la cabeza de tres directores considerados especialmente molestos por el Ejecutivo: Javier Moreno (El País), Pedrojota Ramírez (El Mundo) y José Antich (La Vanguardia). Todos ellos fueron sacrificados por sus empresas.
Fuentes cercanas a Moncloa y conocedoras de la negociación han dicho a Periodista Digital que «Pedrojota y Moreno han sido el precio exigido por Soraya a la AEDE (Asociación de Editores de Diarios Españoles, que agrupa los principales periódicos de España) a cambio de la Tasa Google».
Han destacado que el caso de Pedrojota Ramírez resulta especialmente irónico, puesto que él fue uno de los más entusiastas defensores de dicho canon. Fuentes del sector de Internet han confirmado a PD la relación entre las destituciones de esos directores y la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual, y han añadido que el relevo de Antich en La Vanguardia formaba también parte de ese precio.
AEDE llevaba mucho tiempo exigiendo al Gobierno tanto ayudas directas como un incremento en las campañas de publicidad institucional. El propio Pedrojota lo hacía de forma pública en un acto celebrado en enero de 2012 —Pedrojota mendiga subvenciones: «No soy partidario de las ayudas pero no tenemos otra salida»–. Sin embargo, pasaban los años y el Ejecutivo no daba su brazo a torcer. La situación estaba atascada sin que las grandes empresas editoras (PRISA, Unidad Editorial, Grupo Godó, Vocento, Planeta y otras) lograran un rescate directo por parte del poder político. En esa situación la inspiración vino de fuera, con los planes del Ejecutivo alemán de imponer una tasa a Google por incluir las noticias de los periódicos en su servicio de noticias. Los editores propusieron al Gobierno hacer lo mismo aquí.
Juan Luis Cebrián, Soraya Sáenz de Santamaría y Antonio Caño.
Soraya aceptó como buena esta opción, pero a cambio reclamó la cabeza de los tres directores de grandes periódicos más incómodos para el Gobierno. A partir de ahí, los acontecimientos se precipitaron.
A principios de diciembre de 2013, Javier Godó entrega al Gobierno de Rajoy la testa de José Antich, muy favorable a las tesis independentistas de Artur Mas, y coloca al frente de La Vanguardia a Marius Carol —El conde de Godó purga sus pecados cortando la cabeza de Antich como director de ‘La Vanguardia’–; el 29 de enero de 2014, Pedrojota es destituido como director de El Mundo —Pedrojota destituido como director de ‘El Mundo’— y toma su relevo Casimiro García Abadillo. Menos de un mes después, el 18 de febrero, se hacía público que Javier Moreno iba a ser sustituido por Antonio Caño como director de El País —Así es el nuevo director de El País: aliado de Rajoy, fan de Obama y a muerte con Cebrián y sus recortes–.
Cuatro días antes de esta última destitución, el 14 de febrero, el Consejo de Ministros aprobaba el anteproyecto de reforma de la Ley de Propiedad Intelectual —El Gobierno Rajoy lanza la ‘tasa Google’ para ayudar a la periódicos a sacar dinero a los buscadores–, que nos sería aprobada en el Congreso de los Diputados hasta el 30 de octubre. En el debate final, la principal oposición a la Tasa Google fue la de UPyD, mientras que el PSOE no tuvo una sola palabra en contra —El PSOE presenta a Rajoy como Sauron: «Hay un anillo para controlarlos a todos, y está en La Moncloa»–.
REDACCIÓN DE AEDE A ESPALDAS DE WERT Y LASSALLE
Según fuentes consultadas por Periodista Digital, el artículo 32.2, en el que se establece la conocida popularmente como Tasa Google o Canon AEDE, fue redactado directamente desde AEDE y entregado al Gobierno para su inclusión en el anteproyecto que se estaba elaborando. De hecho, tal como han destacado fuentes del sector de internet, ni José Ignacio Wert ni el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle fueron informados de la inclusión, decidida por Sáenz de Santamaría. El ministro de Educación, Cultura y Deporte, máximo responsable de sacar adelante la norma, fue informado en el propio Consejo de Ministros de la existencia de ese punto en la ley.
Wert y Lassalle.
De hecho, el texto de la norma ya había sido enviado a la Unión Europea para su estudio, un trámite que hay que hacer con las distintas leyes antes de su aprobación, por lo que no se comunicó a las instituciones comunitarias la existencia del artículo 32.2. Sin embargo, este sí forma parte del texto debatido en el Parlamento y aprobado el 30 de octubre. Esto puede provocar problemas legales para su puesta en marcha, y fuentes del PP han explicado a Periodista Digital que es previsible que Google (principal, pero no único, afectado) acuda a los tribunales y empiece un largo proceso judicial que retrase su aplicación.
Había oposición a la Tasa Google incluso desde dentro de las filas del PP, pero quienes trataron de frenarla no fueron escuchados. Una vez tomada la decisión por Sáenz de Santamaría, no había nada que hacer. Según han dicho fuentes ‘populares’ a este periódico, «los diputados tienen capacidad de ejecución, pero no de decisión». Desde el sector de Internet se ha explicado a PD que también ellos ofrecieron su opinión al Ejecutivo y que quisieron dar explicaciones sobre por qué no debía aprobarse, «pero no se nos quiso escuchar», han añadido. Otro organismo que pidió sin éxito retirar el Canon AEDE fue la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia —La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia recomienda al Gobierno Rajoy eliminar la ‘tasa google’–.
CANON AEDE, UN «DERECHO IRRENUNCIABLE»
La nueva redacción de la Ley de Propiedad Intelectual impone el pago de un canon a cambio de la inclusión de «fragmentos no significativos» y enlaces de las noticias de las «web de actualización periódica» (periódicos digitales y ediciones online de diarios tradicionales, básicamente) en los servicios de los agregadores de noticias. Afecta principalmente a Google, pero también a otros como Yahoo o Menéame —Ricardo Galli: «El País se queja del ‘parasitismo’ de Menéame pero pone botones para compartir en nuestro agregador»–. Dicho canon se pagaría a las entidades de gestión correspondientes, que son AEDE, a la que ya se define como la ‘SGAE de los periódicos’, y el Centro Español de Derechos Reprográficos (CEDRO).
Foto de familia del 25 aniversario de El Mundo (Fuente: Unidad Editorial).
Aunque la norma alemana sirvió de inspiración para presentar el Canon AEDE como una alternativa a las ayudas directas a la prensa, hay una diferencia fundamental con la ley germana. El Gobierno de Merkel optó por la voluntariedad en el cobro por la inclusión de las noticias de los diarios en Google News y servicios similares. El gigante de Internet reaccionó sacando de su servicio de noticas a todos los medios que no pidieran de forma expresa aparecer en él y aceptaran, a cambio, renunciar a cobrar por la inclusión de sus contenidos. El efecto es que los grandes diarios han tenido que dar su brazo a torcer, puesto que han visto caer en picado su tráfico y, por tanto, sus ingresos por publicidad.
En España, para evitar que Google y otras empresas pudieran reaccionar de manera similar, se redactó la norma de manera que el cobro sea un derecho «irrenunciable». Esto significa que un medio no puede renunciar a que AEDE cobre por la inclusión de sus contenidos, aunque la publicación en cuestión no forme parte de la citada asociación. De esta manera, dicha organización podría llegar a cobrar por contenidos generados por terceros a los que no representa.
Además, la norma está redactada de forma lo suficientemente ambigua como para que no se sepa cómo va a ser su aplicación real hasta que no se desarrolle, posiblemente a través de un reglamento. Así, aunque desde el Gobierno se ha asegurado que las redes sociales como Twitter o Facebook no van a tener que pagar por los enlaces que incluyan sus usuarios, en la norma no se asegura tal cosa, por lo que la puerta sigue abierta.
PEDROJOTA RAMÍREZ: «ENCAJAR, ENCAJA»
Periodista Digital se ha puesto en contacto por teléfono con el ex director de El Mundo para saber sí el tenía constancia de los hechos relatados a este periódico por las diferentes fuentes. Aunque no ha dicho no tener constancia de la relación directa entre su destitución y el establecimiento de la ‘Tasa Google’, ha dicho: «Encajar, encaja».
Pedrojota Ramírez ha explicado a Periodista Digital cómo fueron los meses previos a su ‘decapitación’ en el diario que él mismo fundo hace 25 años.No conozco los detalles. Lo que he dicho una y otra vez es que yo fui destituido tras una brutal campaña del Gobierno sin precedentes contra un periodista. De eso ha quedado huella pública. Empezando por el Diario de Sesiones del Congreso, cuando el 1 de agosto de 2013 Mariano Rajoy, en vez de asumir su responsabilidad política, que obviamente le hubiera obligado a dimitir, por haber enviado los SMS a Bárcenas que yo había publicado arremetió contra El Mundo, es decir, contra su director, acusándome públicamente de manipular. Concretamente, de manipulación y tergiversación.
Luego, María Dolores de Cospedal, sin que viniera a cuento, en su comparecencia como testigo en el Caso Bárcenas, a una pregunta sobre el contenido del periódico dijo: «Yo no leo El Mundo». Que la secretaria general de un partido con 11 millones de votantes diga eso va destinado a presionar o a coaccionar o a influir sobre los accionistas.
Y por último, y ahí sí que tuvo un papel indiscutible y relevante la propia Soraya Sáenz de Santamaría, el hecho es que el boicot a la entrega de los premios periodísticos de El Mundo fue total. Y todos sabemos que ese tipo de cosas las coordina la vicepresidenta.
Ahora, esto del canon de AEDE no lo conocía.
Ramírez ha explicado otro tipo de presiones económicas sufridas por El Mundo para que la empresa le destituyera como director:
Hay un itinerario, un contexto que es de todo conocidos. Como consecuencia de esa campaña del Gobierno, algunos de los grandes anunciantes, algunas de las grandes firmas del IBEX incluidas en el llamado Consejo de la Competitividad, que forma un auténtico grupo de presión económica, respondieron. A raíz de esa campaña del Gobierno se produjo un descenso de la publicidad que ha quedado reflejado en los sucesivos boletines de AEDE. Y así como el el primer semestre de 2013 El Mundo se estaba portando mejor, la inversión publicitaria caía menos que en sus competidores directos, en el segundo semestre de ese año se desploma. Cae mucho más que sus competidores.
Si no estuvieran en juego cuestiones muy serias, lo cómico sería que en el primer semestre de 2014, una vez que yo ya fui guillotinado, se recuperó la inversión publicitaria y se volvió a establecer el equilibrio que había existido hasta que yo publiqué los papeles de Bárcenas.
Por otra parte, Periodista Digital se ha puesto en contacto por correo electrónico con los responsables de comunicación de AEDE, sin que por el momento hayan respondido para ofrecer su versión.