Fecha clave la de este 30 de marzo de 2022 para Pedro Sánchez, sometido por reglamentación (haber participado en un Consejo Europeo) a comparecer en el Congreso de los Diputados para, entre otras cosas, dar cuenta de un cambio decisivo en materia de política exterior con respecto del Sáhara Occidental.
A Sánchez, además, le sobrevino mientras se gustaba en el Parlamento la publicación de un dato penoso para el conjunto de los ciudadanos: la inflación sigue desbocada y sube al 9.8% en marzo.
Durante una hora y veinte minutos se explayó, aburridísimo, el presidente del Ejecutivo para después someterse a las intervenciones de los grupos parlamentarios. Lo hizo por parte del PP la portavoz Cuca Gamarra -en ausencia aún de presidente con escaño- y llegó el turno más tarde para Santiago Abascal.
El presidente de VOX se comportó como el verdadero líder de la oposición en esta fecha y apaleó a Sánchez sin cesar desde la tribuna. Además, Abascal arrancó, aunque un asunto fuera de debate, con la última afrenta de los socialistas a la Educación –arrancando la filosofía de la etapa obligatoria de las aulas-, pero centrado de constante en demostrar que Sánchez «es un embaucador profesional»:
«Señor Sánchez, durante hora y media usted ha dicho muchas cosas, pero da igual todo lo que usted diga aquí, y aunque esté fuera del debate de hoy, conviene recordar unas de sus palabras: aquellas que decían que la filosofía debe volver a las aulas, ese es el compromiso del Gobierno porque estudiarlas resulta vital para entendernos unos a otros y para desarrollar un comportamiento crítico que nos ayude a hacer frente a las injusticias, ¡esas son palabras suyas de 2018 y el Gobierno acaba de aprobar la desaparición de la filosofía de las aulas!»
«Señor Sánchez, usted combate hasta a la filosofía quizás porque no quiere que los escolares sepan quién era Sócrates porque le mataron los sofistas, como usted, que no tienen aprecio por la verdad porque creen que no existe y que vale cualquier artimaña con tal de confundir a las masas».
«Usted no puede salir a la calle»
Y es que el resto del discurso de Abascal, ya metido en harina con el asunto del Sáhara Occidental, la inflación cabalgante del 9,8 por ciento, la guerra de Putin y la crisis de las energías o el paro de los transportistas, se centró en desmontar las mentiras y bulos del propio Pedro Sánchez:
«Respecto a todo lo que nos cuenta hoy, he de decirle que actúa como un embaucador profesional. Señor Sánchez, la causa principal desde el principio es un Gobierno construido con todos los enemigos de la unidad, de la igualdad y del bienestar de los españoles».
Y en todo ello, un mantra repetido por Abascal: «A los españoles se les ha acabado la paciencia y por eso usted no puede salir a la calle».
Contra la Ley climática
Abascal se desempeña contra la forma de actuar del Gobierno en materia de recursos energéticos y en especial, por el fanatismo climático y eso que llaman la agenda verde:
«La hiperinflación ya estaba aquí antes de la guerra, señor Sánchez, del 0 al 7%… ¡La inflación ya estaba creciendo por sus políticas, no se esconda! Somos un diez por ciento más pobres que hace un año, y está provocada por la sumisión de todos ustedes al fanatismo climático y por la renuncia a explorar nuestros recursos energéticos, a sembrar nuestros campos y a generar nuestros productos».
«Cuando trajeron a España aquella Ley climática solo VOX votó en contra, solo VOX es inocente…»
«Y viene aquí y dice que no hay vuelta atrás en la agenda verde… Es imposible, señor Sánchez, lo que usted dice es mentira como la mayor parte de las cosas que dice en esta Cámara. ¡Usted está diciendo a los españoles que no hay vuelta atrás en la ruina y en la miseria!»
«Lo suyo no es ecologismo, es ignorancia, necedad, traición. ¿A quién sirven ustedes?»
