El PSOE sigue noqueado tras el palo que se llevó en las elecciones andaluzas.
Y Pedro Sánchez, cada día más histérico, no se aclara sobre qué estrategia debe adoptar para frenar a Alberto Núñez Feijóo.
Los sondeos colocan al PP por delante del PSOE desde hace meses.
Algunas encuestas atribuyen a Feijóo hasta 150 escaños, que sumados a los que sacará VOX garantizan una holgada mayoría absoluta al centroderecha en próximas elecciones. Esto tiene a los socialistas dando tumbos y a su jefe de los nervios.
Empezó Sánchez minimizando los resultados andaluces como si fuesen un accidente; después siguió con una purga en el partido que sonado más a vendetta que a renovación.
Cayó Adriana Lastra como vicesecretaria general y Patxi López se erigió en portavoz parlamentario, y ello dio lugar a un verano de insultos constantes a Feijóo.
La ofensiva llevó hasta a once ministros a tildar a Feijóo de insolvente, inmaduro, cínico, trumpista, extremista, vago, sectario, incompetente…
La última rectificación de este PSOE desnortado ha dejado con el trasero al aire a la nueva portavoz socialista.
Salió Pilar Alegría asegurando que Sánchez no iba a celebrar un debate público con Feijóo en el Senado.
Y en cuestión de horas, irrumpe Sánchez y dice que habrá debate y que arrasará a Feijóo.
Ese zigzag revela lo preocupados que está en La Moncloa ante el constante crecimiento del líder del PP.
Sánchez creía encontrarse cómodo en el Congreso sin Feijóo enfrente. E inicialmente, el consejo de sus gurús fue que ignorase a su rival.
El problema es que eso y echarle la culpa a Putin de todo no ha funcionado.
Y como hay elecciones municipales y autonómicas dentro de 8 meses, en las que decenas de miles de cuadros socialistas se juegan el puesto, la nómina pública y los chollos, Sánchez se ha visto a cambiar de táctica.
A partir de ahora va a ir al choque frontal con Feijóo.
Acepta el debate en el Senado convencido de que dejará mal a su rival, presentándolo como un retiñen llegado, que no conoce de verdad la política nacional y menos la internacional.
Vamos a ver qué pasa la próxima semana, pero a nosotros nos da la impresión de que Sánchez se llevará otro revolcón.