La vieja España se está suicidando.
No es que la mate nadie con pistolas,
la matan catalufos e ikastolas,
y los moritos que siguen llegando.
Los shows de la tele la están matando,
la matan los parados en sus colas,
la matan españoles y españolas
con los políticos que están votando.
A nuestra España la matamos todos
porque todos hacemos mucha trampa;
nuestros políticos no salen del hampa,
son como nosotros, de todos modos.
Pero a mí lo que más me descontrola
es que la izquierda se ha hecho antiespañola.