Empieza octubre este dos mil veintiuno,
¡leche!, tal como septiembre ha terminado,
Que en latín se dice “nihil novum sub sole”,
Y traducido, creo que sin error alguno:
“Nada nuevo bajo el sol”, o sea que, dado
El panorama que tenemos … ¡ole y ole! …
Si el viento no sopla en otra dirección,
Peor hedor, pues de mierda más grande el montón;
No es de esperar este mes con mejor suerte;
Antes de entrar en él ya han dejado las puertas
Abierta de par en par un juez prevaricador
Y su pareja, o lo que sea, ¡coño, qué fuerte!,
Y para subir aún más el tono de sus reyertas
Y para obstinadamente ir de mal a peor,
No solo un dolor, sino más todavía ¡Dolores! … Delgado,
Antes ministra, hoy Fiscal General del Estado;
Sigue el Parlamento siendo una olla
A presión, con sus diatribas y ofensas
Recíprocas, respondiendo cada pregunta
Con otra pregunta, o sea: se desarrolla
Cada sesión al socaire de largas e intensas
Horas perdidas, sin sacarle a un lápiz, punta;
De una Sesión de Control sale uno con tal
Desolación, que cree que ha estado en un funeral;
Del Gobierno casi sería mejor no hablar;
Según sople el viento, de corderos a veces
Es u n rebaño, y otras veces de cabras;
Cuando se juntan, entonces es para mear
Y no echar gota, o ir a cazar peces,
O pescar pájaros, sin que aun haya palabras
Para explicar su sumisión en el primer caso,
O en el segundo, el ser todo él … ¡un fracaso!;
Y para que a este pastel no le falte la guinda,
Todos los Medios en papel, antena o pantalla,
-si éramos pocos, ¡coño!, parió la abuela-,
Según les sople el viento, cada cual brinda
Por los suyos con cava, y a los demás … ¡morralla! …
De este octubre, por tanto, poco o nada nuevo
Se espera … ¡Donde no hay magro, todo es sebo!.