Este 13 de octubre de 2014, escribe Graciano Palomo en El Plural una columna titulada ‘Blesa en la cárcel. ¿Y Aznar?’ en la que arranca diciendo:
¿Cuántas veces he escrito en este diario digital que Miguel Blesa debía visitar la prisión? ¡Las hemerotecas no me dejará por mentiroso!
Añade que:
Si Miguel Blesa pudo encaramarse con fruición a Cajamadrid fue sencillamente por la voluntad decisoria del entonces presidente del gobierno, José María Aznar López. Punto. Intentó hasta última hora que Esperanza Aguirre y Rajoy no le defenestraran para poner en su poltrona a Rodrigo Rato. Punto.
Y concluye que:
Blesa simplemente es un clon de su jefe: prepotente, chulo, obsceno en sus comportamientos, soberbio