Este 14 de octubre de 2014 escribe Ramón Lobo en El Diario una columna titulada ‘Ana Mato, la flamante inutilidad’ que arranca diciendo:
Todo empezó con el viento a favor, las montañas nevadas y todas esas cosas del régimen autoritario anterior cuando se inició, en 1987, como chica Aznar dentro del clan de Valladolid, un grupo de poder al que le ha ido mejor en la vida que al de las chicas de Jesús Hermida.
Y añade que:
Ese clan pucelano ha ofrecido grandes intelectuales a España: el mismo hombrecillo insufrible y su mujer Ana Botella, el piloto de coches on the rocks Miguel Ángel Rodríguez, un tal Miguel Ángel Cortés, director general de la cooperación dado a organizar viajes de turismo humanitario para sus amigas, las celebrities de la derecha española: Irak, Sarajevo, etc y Jesús Sepúlveda, maridísimo de la futura ministra de Sanidad y pieza destacada en la red Gürtel en Madrid…
Y concluye que:
Fue presidenta de la Comisión Nacional de Ciencia y Tecnología del PP entre 1999 y 2004, lo que da una idea de lo que le importa al PP la ciencia y la tecnología. En 2004 dejó de ser diputada nacional y se marchó a Estrasburgo como eurodiputada: mejor sueldo, más dietas, menos curro y casi ningún periodista….A Rajoy le debió encantar la rueda de prensa de la catástrofe, cuando anunció que el Ébola estaba en España; esa brillante exposición primera, ese dar paso después a sus acompañantes como si en vez de ministra fuese moderadora en el programa de Mariló Montero…