Acabo de hacer un descubrimiento esencial para entenderlo casi todo.
Incluso las elecciones que vienen. Y en especial por qué, salvo en gobiernos y Estados por el momento, las mujeres mandan en todo lo demás y toman las decisiones fundamentales, las verdaderamente importantes.
Mi descubrimiento no es sólo constatar que son más listas e incluso viven más porque les interesa sobre todo la comunicación y no tanto el contenido de la comunicación o la información misma, como a los hombres. Eso debe alargar la ivida.
Mi descubrimiento es que el poder de la mujer es tan profundo, abisal e insondable como el de los océanos, tan irresistible como el de las mareas.
No sólo porque ellas absorben y los hombres expulsan sino porque el tejido uterino materno implicado en el proceso de fecundación se denomina «decidua».
Acabáramos. Haber empezado por ahí, que es por donde empieza todo y nos hubiéramos ahorrado el jari de la manzana, el del colegio de los niños y la elección del sitio de vacaciones, y habríamos sabido que en ninguno cabe discusión alguna.
Si las mujeres vienen con el «decidua» de fábrica, ¿que más da que el hombre ponga los extras que quiera? Mando electrónico, tableta, Gps, techo retráctil, ¡fruslerías!….Se ponga como se ponga, el hombre tiene bemoles pero no decidua y decidua lo que decidua podrá ir a muchos sitios pero habiendo mujer por medio no hay duda de quien decidua.
