María Romay, la octava teniente alcalde del Ayuntamiento de Cádiz y concejal de Transparencia, Participación ciuidadana y Fiestas, ha dado la nota este viernes 9 de febrero de 2018 en el Gran Teatro Falla, donde se ha celebrado la final del Concurso Oficial de Agrupaciones del Carnaval de Cádiz 2018. (Así desprecia ‘Kichi’ a una mujer por llorarle la muerte de un familiar que no quiso ayudar).
Al menos el equipo de gobierno de Kichi cumple alguna ley. Su concejal de Festejos, María Romay, lleva lade transparencia a gala. Terrible. pic.twitter.com/C79g9eRyaC
— Marino Hernández (@marinoher) 10 de febrero de 2018
La compañera del podemita gobierno municipal del alcalde José María González ‘Kichi’, que apareció disfrazado de senador romano -de la comparsa de Paco Alba ‘Los senadores romanos’ de 1968-, en plan homenaje al Brujo, padre y maestro de la comparsa, y cuyo centenario se celebra este año, no dejó nada a la imaginación.
? Este disfraz es mi humilde homenaje al Brujo, padre y maestro de la comparsa, cuyo centenario conmemoramos este año. ‘Los Senadores Romanos’ concursaron en 1968. ¡Gracias por siempre, D. Paco Alba! pic.twitter.com/8PWqLOck6X
— José María González (@JM_Kichi) 9 de febrero de 2018
Iba de tal guisa la mentada, haciendo honor al cargo que ostenta en el consistorio, para emular a a la estatua de la diosa Gades, que va desnuda, y lo hizo tras poner a parir a una comparsa que subió un burro al escenario.
Se quería parecer a la escultura, pero se parecía más a la Pedroche. La misma elegancia y glamour ? pic.twitter.com/ybCJttODyu
— Carmen Jimenez (@carmenja1959) 10 de febrero de 2018
Fue tal el bombazo, que incluso el periodista de La Sexta, Jordi Évole, no pudo evitar fotografiarse con la de Podemos.
El disfraz de María Romay, la concejal de Transparencia del Ayuntamiento de Cádiz https://t.co/ygS4PhlP9k pic.twitter.com/CErSRhnuVS
— Alucina (@Alucinanet) 10 de febrero de 2018
El alcalde, mientras tanto, defiende a capa y espada la libertad de expresión tras las útimas críticas:
«Creo que en un momento de su historia, durante el Franquismo, el Carnaval de Cádiz tuvo censura y ya no va a volver a tenerla. Es la fiesta de la libertad, de la libertad de expresión, de la democracia, del pueblo, que lógicamente tiene que tener un mínimo de respeto.
A mí en mi casa me han enseñado que mi libertad acaba donde empieza la del otro. Eso sí, estoy convencido también que es un debate que nos ayuda a ponernos a nosotros mismos delante del espejo y crecer. Yo tengo mi propia teoría, hay un elemento, más allá de la libertad de expresión, y que es muy clásico de nuestro Carnaval, que es el doble sentido.
Y creo que eso debe fomentarse. Para mí el humor siempre debe ser ascendente y transversal, jamás debe ser descendente». Incluso puso un ejemplo con este debate. «La chirigota del Canijo, que lleva un tipo con estereotipos de la raza gitana, pues se ha reunido con una asociación, le ha enseñado su libreto y les ha preguntado, qué os parece, cómo puedo mejorar, eso me parece maravilloso. Eso no se llama censura, se llama respeto. Creo que marca una estela a seguir».
Así manda al carajo ‘Kichi’ a una mujer por llorarle la muerte de un familiar a quien no quiso ayudar