(“Si gastas ´los cuatrocientos´ / en comprarte un buen conejo, / luego no hagas aspavientos / al mirarte en un espejo. // Pues porque habrás de engordar, / inconsciente criatura, / y ya no podrás bordear / con cíngulo tu cintura, / y has de comer más verdura.// Y si tú no fueses dama, / que de varón se tratara… / Hay que ver qué panorama, / cuando él mismo constatara / tristeza en vez de algazara”. Ripioteca propia).

Los que tenemos el oficio y la responsabilidad de predecir el futuro hay épocas en que así, de repente, lo pasamos francamente (¡con perdón!) mal. Mi señoría compara estas dolorosas emergencias con lo que dizque se sufre con los clásicos retortijones de tripas, cosa o dolencia que en mis ochenta tacos no he padecido, pero de cuya intensidad álgica no se puede dudar, por lo de la presunción de inocencia de quienes nos la describen como de bigote de pato viudo. ¿Qué interés van a tener estas criaturas en engañarnos? Ni que fueran políticos en fase preelectoral…

Pero el hecho es que estando, como estamos, los Adivinadores sin fronteras (Asf), que es una ONG virtualmente reconocida en todo el planeta, ocupados en predecir a qué producto o servicio íbamos a aplicar los 400 € que nos ha prometido devolvernos el señor Rodríguez, si gana las elecciones…. Porque él ha dicho que nos los “devuelve”, luego deben ser de los que nos hizo darle cuando la declaración de la renta o de lo que nos han ido reteniendo mensualmente, porque si nos los devuelve es porque son nuestros… Ah, y si no gana él las elecciones, ¿qué va a hacer con «ellos»? (No, con los políticos inútiles, no. De esos, el que pueda que se vaya a la EU , y el que no, que se “autofecunde” –con perdón-. Mi señoría, con ese “ellos” se refería a los 400 €. ). Seguro que se los dará al que gane para que nos los devuelva éste.

Dicho lo dicho, el problema ahora es el siguiente: los lectores quieren que “los pitonisos” (como familiar y cariñosamente nos llama la gente a los miembros de la susodicha ONG) nos dediquemos, antes que a averiguar cuál pueda ser, desde el punto de vista económico, la aplicación óptima de los 400 € del ala; que nos dediquemos a aclararles este titular de prensa que han leído hoy:“Los alumnos catalanes redactan mejor en castellano pero entienden menos los textos”. Y ellos se preguntan: ¿En qué quedamos, en el duro o en los veinte reales?

Mi señoría, en principio, cree que la aclaración va a estar, sin duda, en inventar uno de estos dos nuevos idiomas: el castllanocatalanón o el catalanocastellanón , porque en los dos se pueden decir tonterías equivalentes a las de ese titular . ¿O no?

También puede interesarles «¿Catalán? ¿Español? ¿Los dos?»

29-01-2008.