"Si su eficacia es mayor del 50% es positivo"

¿Te vacunarías contra el coronavirus? Cinco prestigiosos científicos desvelan qué necesitamos saber antes de hacerlo

Virólogos, microbiólogos y creadores de vacunas norteamericanos dan su opinión sobre los datos indispensables para respaldar cualquier desarrollo

¿Te vacunarías contra el coronavirus? Cinco prestigiosos científicos desvelan qué necesitamos saber antes de hacerlo

Una vacuna segura y eficaz contra el coronavirus en tiempo récord. Ese es el objetivo por el que trabajan arduamente cientos de científicos en todo el mundo. Un proceso que en circunstancias normales requeriría años de investigación y pruebas se está condensando en meses. Fruto de ese trabajo ya hay 40 vacunas en ensayos clínicos con humanos, nueve de ellas en la fase más avanzada para su posible aprobación.

Business Insider reunió a cinco prestigiosos expertos norteamericanos en vacunas y virología para consultarles qué información necesitan saber para darse la vacuna:

Richard Condit: “Voy a confiar en la gente que lleva a cabo los ensayos”

Richard Condit lleva muchos años estudiando virus. Aunque es muy versado en virología y enfermedades infecciosas, su principal experiencia no reside en el desarrollo de vacunas por eso afirmó que confiará en los científicos más involucrados, dijo.

“Voy a confiar en la gente que lleva a cabo los ensayos”, expresó. “Si dicen que tenemos suficiente garantía en el grupo de control, para que podamos decir estadísticamente que la vacuna tiene un cierto nivel aceptable de eficacia, y no observaron efectos adversos significativos, me la voy a poner.”

“No digo que vaya a recibir la vacuna sin reservas”, indicó. “Hay un poco de nerviosismo asociado a eso, pero tengo 72 años y hay una gran probabilidad de que el beneficio de ser vacunado exceda el riesgo de esa porquería si contraigo la enfermedad.”

Condit señaló que lo ideal sería que una vacuna contra el coronavirus tuviera una efectividad del 80% o 90%. Pero también se vacunaría con una que fuera menos efectiva pero que siguiera siendo útil, como una que redujera la posibilidad de contraer COVID-19 en un 50%.

“Si puedo conseguir una vacuna que reduzca mis posibilidades de contraer esta asquerosa enfermedad en un 50%, la tomaré”, dijo, añadiendo que una vacuna con una eficacia del 50% “es probablemente una medida provisional que nos hace más seguros pero no completamente seguros”.

Deborah Fuller dice que la vacuna es una decisión colectiva, no individual

Deborah Fuller, es microbióloga de la Universidad de Washington y desarrolladora de vacunas. Piensa en vacunarse por el beneficio que eso implicará en la población en general, más que en ella misma.

Una vacuna efectiva ayudará a construir la inmunidad de la manada y, en última instancia, protegerá a la sociedad contra una enfermedad. Aunque le encantaría que una inyección fuera altamente efectiva en la prevención de la enfermedad, también recibiría una que fuera “modestamente efectiva”.

“Respaladaría una vacuna que fuera 50% efectiva, y me la aplicaría si estuviera disponible”, dijo Fuller.

“La gente piensa que es blanco y negro, que si me pongo una vacuna no me voy a enfermar en absoluto”, dijo Fuller, y añadió que la realidad es más matizada. Aunque la gente podría enojarse si se vacuna y aún así termina experimentando la enfermedad, Fuller explicó que tal vez no se enfermen tanto como lo hubieran hecho sin la vacuna.

Jesse Goodman, quiere “mirar los datos reales para tomar una decisión”

Jesse Goodman, el ex jefe científico de la FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos), expresó que tiene que revisar los datos reales antes de tomar una decisión final.

“Si viera una vacuna que fuera claramente efectiva en un gran ensayo de fase tres, y pensara que las pruebas son convincentes, me vacunaría», dijo Goodman, ahora director del Centro de Acceso, Seguridad y Administración de Productos Médicos de la Universidad de Georgetown.

Goodman enfatizó la importancia de ver los resultados reales del ensayo en publicaciones de revistas revisadas por pares y de presentarlos en reuniones públicas como las reuniones del comité asesor de la FDA. Dijo que las compañías farmacéuticas a menudo destacan los resultados positivos y disminuyen cualquier hallazgo negativo en los comunicados de prensa.

“Como experto en enfermedades infecciosas y vacunas, voy a querer ver los datos reales y tomar una decisión”, añadió.

Paul Offit: “Quiero asegurarme de que mi grupo esté representado”

Paul Offit, el co-inventor de la vacuna contra el rotavirus, dice que los resultados del estudio deberán mostrar cuán segura y efectiva es una vacuna experimental para las personas de su edad para que Paul Offit se sienta cómodo con la inyección.

“Quiero asegurarme de que mi grupo esté representado en el estudio”, afirmó Offit, director del Centro de Educación sobre Vacunas del Hospital Infantil de Filadelfia. “Tengo más de 65 años. ¿Mi grupo ha sido estudiado adecuadamente, y qué tan efectivo es, y qué sabemos sobre la seguridad?”

Offit señaló que espera que la vacuna COVID-19 pueda reducir las posibilidades de contraer una enfermedad moderada o grave en un 70%. Pero “cualquier cosa mayor del 50% es positivo”, añadió.

William Haseltine se preocupa por la seguridad y la eficacia a largo plazo

William Haseltine, ejecutivo de biotecnología de larga trayectoria, tiene una perspectiva significativamente más cautelosa sobre una nueva vacuna que otros expertos.

Quiere ver datos de seguridad y durabilidad a largo plazo antes de vacunarse él mismo, o recomendar una a su familia.

“Cuando la gente me pregunta: ‘¿Vas a vacunarte, Bill?’, mi respuesta es que voy a esperar un par de años, yo y mi familia”, dijo.

Haseltine es un antiguo profesor de medicina de Harvard, donde fundó dos centros de investigación centrados en el VIH/SIDA y el cáncer. El experto en virología y enfermedades infecciosas es ahora presidente de ACCESS Health International, un grupo de expertos en salud sin fines de lucro. También fundó y dirigió varias compañías de biotecnología, incluyendo Human Genome Sciences, que finalmente fue comprada por GlaxoSmithKline por 3 mil millones de dólares.

Su principal preocupación es teórica. Le preocupa que los datos de seguimiento a largo plazo muestren que la protección de estas vacunas está disminuyendo. En particular, le preocupa que pueda dejar a las personas más vulnerables a la infección, y potencialmente hacer que la enfermedad resultante sea más severa después de recibir la vacuna.

Mientras que este riesgo, conocido generalmente como mejora dependiente de anticuerpos, se ha visto en otras vacunas experimentales, recientemente contra el virus del dengue, no hay datos que lo señalen como un problema para este nuevo coronavirus.

Aún así, Haseltine dijo que quiere ver los datos a largo plazo antes de recibir la vacuna para calmar sus preocupaciones. “No sé si va a mejorar la infección o si va a mejorar la enfermedad”, indicó Haseltine. “Y no lo sabremos hasta dentro de mucho tiempo. El primer dato es que sí, vamos a tener alguna protección”.

 

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Autor

Yéssica Salazar

Licenciada en Comunicación Social, mención Periodismo. Con Máster en Gerencia y Tecnologías de la Información. Con infinito amor por el periodismo y los medios audiovisuales que me han permitido conocer nuevos senderos, diferentes y desconocidos.

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