‘El Cazador de Cerebros’ (La2, los lunes a las 20h), un programa de divulgación científica que lleva varias temporadas repartiendo por igual dudas y certezas sobre la ciencia entre los espectadores, sigue siendo uno de esos oasis del espectro catódico donde de momento no penetra ni el reality show ni la refriega política, tan asentada en la mayor parte de la parrilla.
Su conductor y presentador es Pere Estupinyà, comunicador y divulgador científico. Su compromiso por la comprensión pública de la ciencia comenzó en ‘Redes’, donde fue guionista del espacio de Eduard Punset. El lema de su actual programa es de esos que merece la pena no ignorar: “Escuchar a gente inteligente nos hace inteligentes”. Su último libro es ‘A vivir la ciencia’, de Editorial Debate.
En un tren dirección Alicante, donde grabará un nuevo capítulo para ‘El Cazador de Cerebros’ – «nos vamos a meter en una cueva radioactiva», dice entre túnel y túnel, conversamos con Estupinyà en medio de una semana frenética. El próximo jueves 12 de noviembre de 2020 estará en Madrid para participar en el encuentro telemático convocado por RTVE ‘Somos Ciencia’.
?Si eres una mente inquieta… deberías poner @la2_tve. Empezamos a descubir qué se esconde tras la violencia humana.
?️ “He visto personas que no entiendes cómo han llegado a hacer según que cosas. No llevan un rótulo”#PonLa2 #CazadorDeViolencia
??https://t.co/j89BhvoOMh pic.twitter.com/M02n8fT3ui— El cazador de cerebros (@cazadorcerebros) November 9, 2020
Pregunta: Un bioquímico y divulgador científico que gracias a TVE y la SER (donde colabora en ‘A vivir que son dos días’) está consiguiendo ‘colar’ las explicaciones de la ciencia entre los contenidos de los grandes medios. ¿Aún hay esperanza entre tanto reality show y carnicería política?
Sí hay esperanza porque la crisis del Covid ha acelerado el interés por la ciencia que ya había en los medios. Digo acelerar adrede, porque es un proceso que ya venía de cierto tiempo atrás. Los medios escritos, desde que se empezaron a contar visitas a los enlaces de temas de ciencia, se dieron cuenta que estas estaban entre las más leídas y fueron incrementando la cobertura.
La radio quizás era más reacia pero se veía ya que los espacios de ciencia interesaban y han ido incrementando su presencia. La tele era complicada, no es fácil ilustrar con imágenes los programas de ciencia, pero ahí tenemos formatos consolidados como ‘Órbita Laika’. Y ahora la Covid ha puesto a la ciencia mucho más presente en los medios masivos y la gente espera escuchar a expertos para que les cuenten cosas.
Arrancamos #CazadorDeViolencia en una localización impresionante, la antigua prisión de La Model, y un cerebro a la altura: el catedrático de Psicología de la Violencia Dr. Antonio Andrés Pueyo @UniBarcelona @PrevenSi @FacPsicoUB pic.twitter.com/gdntdt83hO
— El cazador de cerebros (@cazadorcerebros) November 9, 2020
Pregunta: ‘El Cazador de cerebros’ se ha introducido de lleno en cuestiones tan delicadas como de dónde sale la violencia en el ser humano, por qué enloquece nuestro organismo, los disruptores endocrinos o el aumento de las enfermedades auto-inmunes. Como conductor y presentador, ¿sales de los programas con más dudas o con más certezas?
¡Qué buena pregunta! Nuestra intención es salir con más respuestas sobre todo ante temas complejos. Hay un planteamiento de combinar curiosidad por conocer con la utilidad de la ciencia. Si aumentas la curiosidad y haces un capítulo sobre el universo y el subsuelo, en estos casos pretendes que el espectador se vaya con más interrogantes.
En cambio, si tiramos del enfoque de utilidad y que la ciencia nos ayude a solucionar problemas -hacer que una sociedad sea menos violenta, o por qué nuestro organismo tiene más enfermedades auto-inmunes-, intentamos ofrecer más respuestas. En el proceso de guión tenemos programas que son de curiosidad, donde no nos ‘importa’ sembrar muchas dudas, y otros de utilidad, donde buscamos hallar respuestas.
? Comienza un nuevo programa del @cazadorcerebros , con ‘Las raíces de la violencia’.
Síguelo en directo: ▶ https://t.co/F0nlrMkPL0 #CazadorDeViolencia https://t.co/ujGDCsi6SY
— TVE (@tve_tve) November 9, 2020
«La carrera por la vacuna, aunque cree falsas expectativas, es el mundo real»
Pregunta: ¿No te preocupa que la carrera por la vacuna se convierta en un show televisado?
A mí particularmente no me preocupa que esta carrera se cuente como una competición. A los científicos ya sabemos que estas informaciones e incluso especulaciones no les gusta porque ellos son partidarios de publicar solo lo que ya está hecho, esto es lo que contribuye a hacer la ciencia más aburrida porque solo cuenta el final del proceso, aunque eso implique crear falsas expectativas.
Para mí lo fascinante es contar el proceso. El inicio, el desarrollo y el final. Es lo que pasó con el ‘Boson de Higgs’. Es mucho más realista este ‘show’ de los medios, incluyendo a su vez los anuncios de las farmacéuticas, porque al fin y al cabo es el mundo real. Lo que no es tan real es contar solo el final así que no me parece errónea esta atención constante a la vacuna.
Pregunta: Pero, a veces da la sensación que ese frenesí por el titular que enganche y provoque una reacción en el cerebro del lector que le lleve a hacer clic en una noticia puede ser censurable cuando se trata del contenido científico…
Creo que mientras no se distorsione el mensaje, no estoy en contra. Pero ni que lo hagan los medios, ni las propias agencias de comunicación de las universidades o de los laboratorios o incluso la NASA. Buscar un titular atractivo que no distorsione el mensaje es el secreto y es lo que intentamos hacer todos, empezando por mí como divulgador científico.
«La sexta extinción ya está en camino»
Pregunta: 2020 será recordado por el año de la pandemia pero las perspectivas anteriores no eran halagüeñas: cambio climático, deforestación, calentamiento, abandono del campo…
Así es. La llamada ‘sexta extinción’ ya está ocurriendo. Los biólogos que analizan el ritmo de extinción de especies concluyen que es parecido o similar al de la desaparición de varias especies del pasado. Si seguimos en esta tónica sucederá porque hemos deteriorado la Naturaleza, y ya no es solo el cambio climático, son la destrucción de hábitats, la caza furtiva, la deforestación del Amazonas.. todo ello hace que el ritmo de desaparición de especies aumente. No afectará al ser humano como especie.
En ese sentido, ni el cambio climático ni la pandemia son una amenaza. Lo son para vidas concretas, claro, pero no para la especie humana, que en otro sentido, se verá afectada. La economía quedará tan dañada que es urgente invertir ya en políticas verdes y de transformación.
Pregunta: ¿Le ha faltado a nuestra política y a los representantes públicos más pensamiento científico?
No sé si más pensamiento científico o simplemente ser más objetivos y menos guiados por pensamientos partidistas a la hora de afrontar la pandemia. Entiendo que nuestro sistema no puede ser una tecnocracia, pero esto nos debe servir para que el criterio técnico se imponga a la hora de tomar decisiones.
No sólo con las que tengan que ver con el Covid, sino para muchas otras. Un problema como el de la violencia doméstica, por ejemplo, lo llevan años estudiando científicos, psicólogos y sociólogos. Habría que tener en cuenta sus criterios a la hora de elaborar dicho plan que luche contra esa violencia.
Pregunta: ¿Qué le faltó a Occidente que sí tuvo Asia para enfrentarse a la pandemia?
Allí fueron mucho más radicales en las medidas y les ayudó que venían mejor preparados por los antecedentes en gripes aviares, y en virus SARS y MERS. Mira, el ejemplo chino es magnífico para que funcionara así: todo el mundo a obedecer. En otras cuestiones, todos preferimos el modelo europeo. Pero si hay una pandemia, todo el mundo a obedecer. Si había que censurar negacionistas, pues se censuran.
Pregunta: Pero la propia comunidad científica falló en sus pronósticos allá a principios de año…
Por supuesto. Aquí no hubo información científica sólida y lo hemos visto. La propia comunidad científica erró y el periodista científico, al igual que se critica a los políticos, no puede ejercer de ‘cheerleader’ de la ciencia. La ciencia no estuvo bien, y los periodistas científicos se olvidaron de ser ‘watchdog’.