En algunos casos es posible obtener resultados visibles después de tres meses, sobre todo si se complementa con tratamientos como la mesoterapia capilar, pero lo habitual para que ver ya pelo nuevo con normalidad son los seis meses.
No es un cambio de un día para otro. La mejora en la densidad capilar es progresiva, ya que los folículos van creciendo paulatinamente.
El resultado final se obtiene al año de haber realizado la operación de injerto capilar.
El pelo nuevo crece igual que el que ya tenemos, ya que la zona donante que se utiliza está también en la cabeza.
Un caso particular es el de las canas, porque la zona de donde extraemos los folículos para el trasplante, suele tener un color más oscuro y una textura mas gruesa, aunque poco apreciable a simple vista.
