Se llama el reto de la canela (cinnamon challenger, en inglés) y es la última moda absurda surgida en Internet. Se trata de grabarse comiendo una cucharada de canela en polvo sin ayuda de ningún líquido -con la dificultad que entraña tragar la especia- y subir el vídeo a la Red.
En YouTube hay miles de intentos que hacen adolescentes de todo el mundo, que desconocen, sin embargo, los peligros para la salud que conlleva esta práctica.
El éxito de esta estúpida diversión, cuya gracia radica en que es prácticamente imposible tragar la cucharada de canela, lo que provoca que quiénes lo intentan tosen, escupen nubes de polvo, acaban vomitando o ponen caras de lo más inverosímiles, ha hecho que los expertos se hayan visto obligados a advertir de sus riesgos.
Sin ir más lejos, en Estados Unidos, se realizaron el año pasado más de 200 llamadas a los servicios médicos reclamando atención médica después de haber realizado el reto.
Por ejemplo, Dejah Reed, una joven de Michigan de 16 años, acabó cuatro días en el hospital porque se le colapsó un pulmón. Después creó la web ‘noalretodelacanela’.
Y es que, según varias investigaciones, la ingesta de canela de esa forma puede acabar causando asfixia, irritación de la garganta, dificultad para respirar y colapso pulmonar.
También aseguran que puede provocar intoxicación en la piel y boca, irritación en los ojos y sensibilización de las papilas gustativas así como del resto del cuerpo y quemaduras, que de no ser tratadas con inmediatez, pueden inflamarse y bloquear las vías respiratorias, lo cual podría provocar la muerte.
El reto de la canela no es la única moda adolescente que en los últimos meses ha encendido las alarmas médicas. Hace poco también se conocían peligrosas prácticas para emborracharse por la vía rápida, como introducir un tampón empapado en alguna bebida alcohólica por la vagina -o incluso por el ano en el caso de los chicos- o introducir el alcohol directamente por el ojo.