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Si hay algo que podemos encontrar en todas las cocinas del mundo son los utensilios de madera. Aportan un toque rústico y decorativo. Sin embargo, estética debería anteponerse a la seguridad alimentaria, pues no son recomendados por muchos especialistas.
Según los expertos, la madera es un material que retiene mucho la humedad y favorece el crecimiento microbiológico.
Qué dice la ciencia
La madera es un material orgánico, tiene un elevado porcentaje de moléculas de carbono y procede de un ser vivo. Por lo general, se degrada con mayor facilidad. Así que las cualidades que pueda tener al principio se van a ir perdiendo desde el primer uso, pudiendo ser un foco de contaminación en la comida.
Resulta importante tener en cuenta que los materiales orgánicos son en sí mismo una fuente de alimentación y un hábitat ideal para todo tipo de seres microscópicos. Si a esto le sumas un poco de humedad y una temperatura óptima para su desarrollo, pues acabamos teniendo nuestro propio cultivo bacteriano.
En el caso de la madera, los mayores riesgos se ocultan en la contaminación cruzada, la limpieza y el mantenimiento.
De hecho, la madera es un material poroso y tiene la capacidad de absorber líquidos, y resulta e lugar ideal para albergar colonias de bacterias y moho en su superficie y cavidades. «Si no se desinfectan correctamente las tablas de cortar y las cucharas de madera, se convierten en buenos soportes para el crecimiento de nichos microbianos, colonias de bacterias que forman un biofilm cada vez más difícil de eliminar, muy similar a la placa dental». Así lo afirma el profesor Sergio Ghidini, profesor de Inspección de Alimentos de la Universidad de Parma, a quien se consultó para aclarar la histórica cuestión.
Estas bacterias que se albergan en los utensilios de madera pueden causar todo tipo de afecciones estomacales de diversa gravedad. Algunas de estas bacterias son: Salmonella, Escherichia coli (son toda una familia de colis), Staphylococcus aureus, Campylobacter y muchas más.
Manera adecuada de utilizar utensilios de madera
Para evitar la contaminación cruzada, es decir, la transferencia de bacterias patógenas de un alimento a otro a través de las herramientas. Lo indispensable es lavar bien nuestros utensilios después de cada uso.
La limpieza de la madera debe ser muy precisa. No solo eso. Incluso el polietileno, un material con el que se fabrican muchas tablas para cortar en el mercado, no es tan fácil de limpiar.
Esto fue demostrado por un estudio realizado por la Universidad alemana de Albstadt-Sigmaringen que comparó las dificultades de limpieza de las tablas hechas de haya, pino y polietileno. ¿La respuesta? Las tablas de madera de pino demostraron ser más fáciles de desinfectar que las de haya o polietileno, entre las que no se destacaron diferencias sustanciales. La madera de pino sería más compacta y menos porosa.
Es recomendable utilizar distintas tablas de corte, según el producto que estemos utilizando.
Limpieza
Sin duda, las buenas prácticas de limpieza de las tablas de cortar y cucharones son la clave. Un buen método es la combinación de agua, bicarbonato de sodio y vinagre o zumo de limón.
También se recomienda lavar las tablas de cortar de madera en el lavavajillas, pero a no más de 60 ° C y solo si son tablas gruesas. Tal vez duren menos en el tiempo, pero el riesgo de una mala limpieza se minimiza.
Es recomendable sustituir los utensilios de cocina de madera por silicona que se pueden lavar mejor, incluso en el lavavajillas. Por ejemplo, la cuchara de madera va cambiando de color hasta ponerse completamente negras, debido a que la suciedad va calando y no se puede limpiar bien.