El mundo taurino despide a una figura irrepetible

Muere el rejoneador Rafael Peralta a los 92 años: el jinete que llevó el toreo a caballo a la cumbre de la leyenda

El sevillano Rafael Peralta, renovador del rejoneo y símbolo de la cultura andaluza, fallece en Sevilla dejando un legado imborrable

Rafael Peralta con su hermano
Rafael Peralta con su hermano. PD

El arte ecuestre y la tauromaquia española han perdido este viernes 4 de julio de 2025 a una de sus figuras más veneradas.

Rafael Peralta, nacido en La Puebla del Río en 1933, ha fallecido a los 92 años en Sevilla debido a una neumonía que lo mantenía ingresado en el hospital Quirón Sagrado Corazón.

La noticia ha conmocionado no solo al universo taurino, sino también a Andalucía entera, donde su huella trasciende el ruedo y se funde con las raíces culturales de la región.

El Ayuntamiento de su pueblo natal fue el encargado de confirmar la triste noticia.

Allí, en el Salón de Plenos, se ha instalado la capilla ardiente para que vecinos, amigos y admiradores puedan rendirle homenaje.

El funeral tendrá lugar este 5 de julio, en un acto que promete ser multitudinario y cargado de emoción.

Un innovador del arte del rejoneo

Hablar de Rafael Peralta es evocar la edad dorada del toreo a caballo. Junto a su hermano Ángel, fallecido hace siete años, formó una pareja mítica que revolucionó este arte durante las décadas de los 60 y 70. Ambos alcanzaron tal simbiosis que marcaron una época, elevando el rejoneo desde la destreza técnica hasta la categoría de arte mayor. No estaban solos: junto a Álvaro Domecq y José Samuel Lupi integraron el legendario cuarteto conocido como los “Cuatro Jinetes del Apoteosis”, sinónimo de elegancia, innovación y espectáculo en las plazas más importantes del país.

Rafael Peralta fue mucho más que un torero valiente. Su dominio de la doma, su sentido estético y su temple forjaron un estilo único e inconfundible. El par a dos manos se convirtió en sello de identidad, y su figura traspasó fronteras para convertirse en referente absoluto del toreo moderno a caballo. Debutó en 1957 en Constantina (Sevilla) y dos años después se presentó en Las Ventas, consagrándose rápidamente como uno de los grandes maestros del escalafón.

El alma sensible del cuarteto mítico

Para muchos aficionados y profesionales, Rafael fue el alma sensible dentro del grupo que transformó el rejoneo en un espectáculo total. Su sonrisa serena y su profundo respeto por el animal le valieron el cariño unánime de compañeros y rivales. Según relatan quienes compartieron ruedos con él, “hizo del toreo una ópera sin palabras; cada caballo era un instrumento y cada faena, una sinfonía”.

Su vinculación con La Puebla del Río fue inquebrantable; nunca dejó atrás sus raíces ni olvidó el compromiso con su tierra. Era querido por todos: desde las peñas taurinas hasta los vecinos más humildes. No es casualidad que fuese nombrado Hijo Predilecto de su localidad natal recientemente, distinción que acogió con la humildad que siempre le caracterizó.

Compromiso social y legado solidario

Más allá de su excelencia artística, Rafael Peralta será recordado por su entrega al prójimo. Impulsor incansable del festival taurino benéfico a favor de Cáritas en Sevilla —cita indispensable para figuras del toreo—, su compromiso social se extendió durante medio siglo a Medina de Rioseco (Valladolid), donde junto a su hermano Ángel organizó cada año el Festival para la Casa Asilo Sancti Spíritus y Santa Ana. Por esta labor desinteresada fue nombrado Hijo Adoptivo de la ciudad castellana en 2021.

La generosidad de Rafael también fue reconocida oficialmente con la Cruz de Oro de la Orden Civil de la Solidaridad Social, distinción entregada por la reina Sofía en 2002 como reconocimiento a toda una vida dedicada al bien común.

Un adiós sentido

El fallecimiento ha dejado conmocionados a colegas, amigos y personalidades del mundo cultural. El ambiente taurino llora hoy “la pérdida no solo de un gran maestro, sino también la desaparición física del último gran representante vivo de una generación irrepetible”. Los mensajes de condolencia se multiplican: “Rafael era un caballero íntegro, ejemplo para todos”, señala uno de sus allegados.

La capilla ardiente instalada en La Puebla del Río se ha convertido en epicentro emocional para quienes desean despedirse personalmente. El Ayuntamiento ha decretado jornada oficial de luto local; Medina de Rioseco ha suspendido todos los actos municipales previstos para este sábado como muestra de respeto por quien “llevó su nombre con orgullo por toda España”.

Biografía esencial: vida y obra

Fecha y lugar de nacimiento:

  • Nació el 4 de junio de 1933 en La Puebla del Río (Sevilla).

Educación y formación:

  • Se formó desde muy joven en las artes ecuestres bajo la tutela familiar.
  • Su aprendizaje estuvo marcado por la convivencia con caballos y toros desde niño.

Principales hitos profesionales:

  • Debut como rejoneador profesional en Constantina (Sevilla) en 1957; debut madrileño dos años después en Las Ventas.
  • A lo largo de los años sesenta y setenta encabezó carteles junto a Ángel Peralta formando una collera inolvidable.
  • Integrante fundamental junto a Álvaro Domecq y José Samuel Lupi del célebre cuarteto “Los Cuatro Jinetes del Apoteosis”.
  • Pionero e innovador en las técnicas modernas del rejoneo; introdujo nuevas formas artísticas inspirando a generaciones posteriores.

Obras o logros más reconocidos:

  • Considerado uno de los grandes renovadores e impulsores contemporáneos del toreo a caballo.
  • Promotor e impulsor durante décadas de festivales benéficos taurinos.
  • Defensor incansable del acervo cultural andaluz y español.
  • Mecenas cultural y ganadero comprometido con las tradiciones rurales.

Premios y reconocimientos:

  • Hijo Predilecto de La Puebla del Río.
  • Hijo Adoptivo de Medina de Rioseco (2021).
  • Cruz de Oro de la Orden Civil de la Solidaridad Social (2002).

Información familiar relevante:

  • Deja viuda a Mercedes y cuatro hijos: Rocío (reconocida diseñadora), Rafael (abogado, escritor), Lola y Mercedes. Todos han seguido caminos vinculados al arte o al compromiso social.

La muerte de Rafael Peralta cierra un capítulo insustituible en la historia reciente del toreo español. Su nombre permanecerá ligado no solo al arte ecuestre sino también al compromiso ético y humano que siempre supo imprimir tanto dentro como fuera del ruedo.

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