El Brujo sigue siendo El Brujo, y en este ‘Misterios del Quijote’ vuelve a desplegar todos sus encantamientos para convertir un monólogo de noventa minutos en un espectáculo excepcional, lleno de sugerencias intelectuales al alcance de todos, sin que cese la risa y a veces acudan lágrimas. Rafael Álvarez es un fenómeno que honra la escena española con una síntesis peculiar que discurre simultáneamente en serio y en broma.
Desde hace una década, Rafael Álvarez ‘El Brujo’ le da vueltas al Quijote en escena y dicen que ninguna de las vueltas es igual a otra. Su monólogo tuvo una primera edición allá por 2005 y este año recorre España con la segunda. Va cambiando cosas y va adaptándose a cada escenario, siempre desplegando esa fabulosa capacidad suya de embrujar a un público incondicional que valora su humanidad, su taoísmo ibérico de intentar mantenerse en el justo medio en un país de excesos, su patentado estilo de muy trabajada improvisación, esa simpatía admirable de los que no van de graciosos.
El Brujo funde citas textuales y comentarios anónimos, reflexiones académicas y apuntes populares acerca del gran libro por excelencia, y lo hace en un torrente discursivo que apenas puede diseccionarse y en el que los silencios también expresan. Mezcla teorías literarias con leyendas populares y todo cabe en ese descomunal personaje. Solamente revelaremos uno de sus trucos para que no resulte peligroso y dentro de unos meses se convierta en trend topic de twitter o virus conspiranoico en facebook. Y es que una de las líneas argumentales del espectáculo consiste en exponer la idea de que Cevantes copió el Quijote -ambos protagonistas y la mayor parte de sus aventuras- de unos manuscritos moriscos que él mismo ha conocido en una estancia en el monasterio de Silos. Aunque la historia da pistas sutiles como para desconfiar, la cuenta tan serio y tan insistentemente, que puede hacer dudar
Porque además insiste en lo que resulta la parte más floja del espectáculo, reivindicar unas supuestas raíces arábigo-andaluzas en el autor y su obra, y predicar un confuso evangelio ecuménico que une a islam, judaísmo y cristianismo en sincretismo misericordioso y propuesta amorosa, una leyenda urbana sin el menor parecido con la realidad: ni en la España medieval ni en el mundo actual. Las tres religiones del Libro tienen mucho en común, pero son muy diferentes.
Nuestro brujo se explica: ‘Llegar al Quijote era algo inevitable. Aunque hace años se me hubiera antojado un imposible abordarlo como monólogo, en realidad el primer peldaño del ascenso por esta mi escalera de Jacob en el teatro estaba puesto ya desde que acometí el “Lazarillo de Tormes”, hace ahora doce años… Es una confrontación que invita a correr el velo de ilusión tras el que se esconde una luminosa síntesis… El espectáculo de una incorruptible y única realidad: Soy, soy la voz y por ello puedo ser quijote o sancho… El “espíritu de las profundidades” –verdadero autor de la obra- abre las puertas a un maravilloso retablo de imágenes que emergen desde el reino oscuro de los sueños’.
Introspección extrovertida, lectura esotérica de exotéricas formas, risa trascendente y broma espiritual, El Brujo hace un pequeño trabajo de alquimia con su propuesta. Al parecer en el origen del montaje está un texto de Emilio Pascual, un filógogo editor obsesionado con el ingenioso hidalgo de Cervantes, y también cita a Torrente Ballester y Salvador de Madariaga. Una escenografía más elegante que de costumbre ha suprimido en el último momento las pinturas originales que se anuncian en el programa; y la música irrumpe en algunas ocasiones con percusión flamenca y un hermoso solo de chelo final.
La pieza lleva ya a las espaldas una larga gira y estuvo este verano en el Festival de Almagro. Incorpora chistes de actualidad, con mofas suaves de Rajoy y algún apunte de Carmena, y todo, hasta el último de sus caracterísiticos gestos, es acogido por el público con verdadero arrobo y entrega. Este domingo la Sala Verde estaba llena, salvo un hueco en el mismo centro de la platea que enseguida detectó desde el escenario y atribuyó a deserción de última hora de autoridades culturales invitadas. A lo mejor tenía razón.
Las anteriores propuestas de El Brujo han sido ‘El asno de oro’ de Apuleyo en 2015 (ver nuestra reseña) y ‘La Odisea’ de Homero en 2013 (ver nuestra reseña), ambas en estos mismos Teatros del Canal, y antes ‘El Evangelio de San Juan’ (ver nuestra reseña) en 2010 en el María Guerrero. Y ahora ya estrena a pares: dentro de dos semanas le toca a Santa Teresa.
VALORACIÓN DEL ESPECTÁCULO (del 1 al 10)
Interés: 8
Texto: 7
Interpretación: 7
Escenografía: 7
Música: 7
Producción: 7
Programa de mano: 6
Documentación a los medios: n/h
Teatros del Canal
Misterios del Quijote por El Brujo
Del 25 de agosto al 11 de septiembre de 2016
25/08/2016- 11/09/2017
Intérprete: Rafael Álvarez
Versión y Dirección: Rafael Álvarez
Escenografía: Miguel Ángel Camachoy Rafael Álvarez
Música: Javier Alejano
Diseño de iluminación: Miguel Ángel Camacho.
