La 77 edición del Festival de Cannes reúne 22 películas en la Sección Oficial a competición. Este sábado 25 de mayo se conocerá a quién premia en 2024 un jurado de nueve miembros presidido por la norteamericana Greta Gerwig (directora de Barbie), y en el que participa el cineasta español Juan Antonio Bayona. He aquí lo que dice la crítica de los once primeros films que optan a la Palma de ORO.
Nunca llueve a gusto de todos (Jurado, crítica y público). O, quizá, este año, sí. El pasado martes 14 de mayo de 2024 quedó inaugurada la 77 edición del Festival de Cannes (recuérdese que está considerado el evento cultural más importante del mundo), y lo hacía con El segundo acto, comedia surrealista del francés Quentin Dupieux, que acaba de ser adquirida por la distribuidora española A Contracorriente Films. En realidad, ese título no forma parte de la competición. Fue el miércoles 15 cuando comenzó la proyección de películas a concurso. Y de los 22 largometrajes que optan a la Palma de Oro (por cierto, ninguno español), esto es lo que opina la crítica de los primeros once.
Diamant Brut (Diamante Bruto, miércoles 15), de la francesa Agathe Riedinger, trata sobre una chica de 19 años que aspira a ser admirada en las redes y a participar en un reality show llamado La isla de los Milagros. Esta es la única ópera prima en competición, y tanto la cinta como la actriz, Malou Khebizi, han tenido buenas críticas, entre la que destaca, por ejemplo, la de Owen Gleiberman en Variety. “Esta película anuncia la llegada de una gran cineasta”, escribe.
The Girl with the Needle (La chica con la aguja), del sueco Magnus Von Horn, es un thriller danés sobre un famoso caso real en Copenhague en los años 20. Sobresale la actriz danesa Tryne Dyrholm (Celebración, La comuna), en la piel de Dagmar Overby, una mujer que acogió a muchos niños cuyos padres no podían mantener. Y en vez de proporcionarles bienestar, como aseguraba, los mataba. La otra protagonista es Victoria Carmen Sonne. El metraje es en blanco y negro, y la mayoría de las críticas son excelentes. Alguno, sin embargo, la califica de demasiado truculenta.
Bird (Pájaro, jueves 16), de la británica Andrea Arnold (Fish Tank, American Honey, premiada este año en Cannes con la Carrose D´Or), narra el periplo de una niña de 12 años que vive de okupa con su padre y su hermano en una casa en el norte de Kent. Con Barry Kehogan (Saltburn, Almas en Pena en Inisherin) y el actor alemán Franz Rogowski (Passages). Emotiva y con realidades marginales, opinan en la mayoría de los casos, aunque hay quien la tacha de pretenciosa.
Megalópolis, lo último del veterano Francis-El Padrino- Ford Coppola (ganador de dos Palmas de Oro, por La conversación y por Apocalipsis Now, con los 85 ya cumplidos), está descrita como una fábula épica ambientada en una especie de Nueva York accidentalmente destruido y llamado Nueva Roma. Ahí, un arquitecto visionario e idealista (Adam Driver, Ferrari, La casa Gucci, Historia de un matrimonio), se enfrenta a un alcalde corrupto y pragmático (Giancarlo Esposito, visto en la serie Breaking Bad). Por supuesto, en medio de ambos, una mujer: la hija de este último, enamorada del primero. Hay constantes referencias a la antigua Roma (incluso con peinados romanos, como el de Jon Voight, a lo Julio César y con corona de Laurel) y citas clásicas (Adam Driver recita el shakesperiano soliloquio de Hamlet, Ser o no ser). Completan el reparto Nathalie Emmanuel, Shia LaBeouf, Jon Voight, Laurence Fishbourne y Dustin Hoffman, y ya tiene distribuidora en España (Tripictures). La crítica opina que, o la odias, o la amas. Desde que es un disparate excesivo, pomposo y altamente aburrido con el que Coppola se estrella, a una genialidad creativa y deslumbrante en las manos de un maestro que tiene esperanza en la humanidad. En cualquier caso, se la ha pagado él, vendiendo parte de sus viñedos (120 millones de presupuesto), así que, francamente, puede hacer lo que quiera. Por cierto, que Coppola fundó la productora American Zoetrope junto a George Lucas, Palma de Honor este año en Cannes. Sin embargo, Lucas ya no es propietario de la empresa.
La quinta película, Tres kilómetros hasta el fin del mundo (Trei kilometri până la capătul lumii , viernes 17), del actor rumano Emanuel Parvu, convertido ahora en director, nos sitúa en el Delta del Danubio, con un chico de 17 años homosexual en una familia conservadora y en una comunidad ídem. ¿Las calificaciones? Desde impersonal o simplemente correcta, a bien contada, magníficamente interpretada, sin moralina y con un ritmo trepidante.
Kinds of Kindness (Tipos de Amabilidad), del griego Yorgos Lanthimos (director de Canino, Langosta, o, la última, Pobres Criaturas, que se alzó con el León de Oro en el pasado Festival de Venecia y obtuvo candidaturas a los Oscar), está protagonizada, de nuevo, por Emma Stone y Willem Dafoe, a los que se suman Margaret Qualley (Protagonista de La asistenta (Maid), miniserie de Netflix, e hija en la vida real de la actriz Andie MccDowell- la de Cuatro bodas y un Funeral-) y Jesse Plemmons (la serie Breaking Bad, El poder del perro). La cinta, que cuenta tres historias fabuladas, bien podría ser una serie, en opinión de varios. Son las andanzas de un hombre acabado que quiere controlar su propia vida, la de un policía cuya mujer, desaparecida en el mar, reaparece, aunque se manifiesta distinta; y la de una fémina que busca a alguien para que sea su líder espiritual. En España se estrena el 28 de junio, y ojo, que, aunque sea una comedia, dura 165 min. Con lo que seguro se suelta alguna carcajada es con la lectura de algunas de las críticas. Los que la aclaman dicen que es desternillante, estupenda, cargada de humor, con estilo propio, atrevida, e incluso una delicia que hace reflexionar al espectador. Pero los que la detestan no dan tregua. Un turre, larguísima, tediosa, una estupidez creativa en caída libre, hueca, irregular, sin gracia, cruel y repulsiva. Incluso un crítico escribe que Lanthimos, a la desesperada, “parece un tipo tratando como sea de llamar la atención”.
En lo que todos coinciden es que la intención del griego en Kind of Kindness, paradójicamente, es desagradar e incomodar. Parece que lo consigue.
Ya vamos por el séptimo film en competición. Oh, Canada, del norteamericano de 77 años Paul Schrader (guionista de Taxi Driver y de Toro Salvaje, ambas de Martin Scorsese, y director de American Gigolo), se reencuentra con Richard Gere 44 años después en una adaptación de Los abandonos (Foregone), novela publicada en 2021 de Russell Banks, quien fuera amigo personal de Schrader y fallecido en enero de 2023, cuando el director trabajaba en el guion. La cinta cuenta los últimos días de Leonard Fife, un personaje real, enigmático estadounidense, que desertó a Canadá para no combatir en Vietnam. Moribundo, se da cuenta de que su vida ha sido construida a base de mentiras, y, antes de morir, decide enfrentarse a ellas concediendo una entrevista a un antiguo alumno delante de su mujer. Participan el actor australiano Jacob Elordi (muy de moda gracias a su encarnación de Elvis Presley en Priscilla, de Sofía Coppola, y visto también en Saltburn) y la musa de Tarantino Uma Thurman (Pulp Fiction). Las críticas son reguleras. Excepto alguna, que afirma que invita a la reflexión y que merece la pena, incidiendo en que tal vez inspire a otros a analizar sus propias vidas antes de morir, la mayoría la considera confusa, sin la suficiente intensidad dramática y demasiado experimental. Eso sí, hablan maravillas de la interpretación de Richard Gere. Como apunte, decir que Schrader no vio una película hasta los 18 años, ya que se había criado en un ambiente protestante muy cerrado, en Michigan, y en su cine casi siempre se muestra preocupado por la trascendencia espiritual. Ayer, miércoles 22, el director de Affliction (también novela de Banks), ofrecía tras su paso por Cannes, una masterclass en el Museo del Cine de Turín, y recogía el Premio Stella della Mole. Así, pues, de Europa no se va sin galardón.
Viajamos a Asia. En Caught By the Tides (Atrapado por las Mareas, sábado 18), del chino Jia ZhangKe, una mujer sigue a su amante cuando este se traslada sin avisar a otra provincia. Ambientada a principios del siglo XXI, muestra los cambios en la China Moderna, ha sido rodada durante más de 20 años, y está protagonizada por Zhao Tao, musa y esposa del director de Un toque de violencia. El crítico americano Justin Chang, Premio Pulitzer a la crítica este año, le otorga cuatro estrellas, la máxima puntuación. Muchos coinciden en que es una belleza de película, asombrosa por su luz, por la mirada que arroja, puro cine, atrevida, compleja, original, melancólica, poética y conmovedora. Otro profesional, sin embargo, subraya que, tras más de una hora de proyección, seguía sin conseguir deducir de qué trataba.
Con Emilia Pérez, del francés Jacques Audiard (Palma de Oro por Deephan y Gran Premio del jurado por Un profeta), llega el musical (en español) a la competición de Cannes. En este thriller, el capo de un cartel mexicano quiere retirarse del negocio, desaparecer sin dejar rastro y convertirse en mujer, lo que siempre ha querido ser. Está protagonizada por la actriz trans española Karla Sofía Gascón (Nosotros los nobles), Zoe Saldana (Guardianes de la galaxia), Selena Gómez (Día de lluvia en Nueva York), y el venezolano Édgar Ramírez (Carlos El chacal). Los críticos coinciden en que es disparatado, emotivo, sorprendente y reivindicativo. Un musical trans sobre el narcotráfico.
Limonov- The Balad (Limonov: La Balada, domingo 19), del ruso Kirill Serebrenikov (La mujer de Tchaikovsky, Leto), está basada en la biografía escrita por Emmanuel Carrère y publicada en 2011 del escritor y político disidente ruso Eduard Limonov. Fue el fundador del Partido Nacional Bolchevique, y se le describe como un anarquista punk que vivió en Rusia, América y Europa durante la segunda mitad del S. XX. Una vida extravagante con críticas dispares (irritante, caótica), que, sin embargo, alaban el trabajo de su protagonista, Ben Wishaw (Skyfall). También aparece Sandrine Bonnaire (La ceremonia).Como curiosidad, en un extracto de una entrevista realizada en París en 1986, Limonov se autodefine como “un comunista independiente”. Murió en 2020.
En la competición también hay espacio para el terror gore feminista, con más kétchup que el que un vampiro podría desear. The Substance (LA Substancia), de la francesa Coralie Fargeat, propone un producto revolucionario basado en la división celular, con el que las mujeres pueden crear “un otro yo más joven y bello”. Para bellas, Demi Moore, cuyo trabajo se aplaude, y que en la rueda de prensa oficial, aclaró: “No somos anti-hombres. Somos anti-idiotas”. También se han destacado las actuaciones de Margaret Qualley (que hace doblete en la competición oficial al estar paralelamente en el film de Yorgos Lanthimos) y de Dennis Quaid (Gran Bola de Fuego). Y, de nuevo, opiniones diversas. Desde muy directa, sátira feroz sobre la presión estética a la que se ven sometidas las mujeres, delirante sinfonía de sangre y vísceras, desagradable, salvaje, fantasía carnal y brutal, un festival de horror que critica la tiranía de la juventud y la belleza, la más vomitiva de la Edición, a simplemente… muy mala.
Estas son las once películas en competición proyectadas durante primera semana del Festival de Cannes.
Desde el lunes, y hasta mañana viernes, queda la segunda tanda, las otras once.