Una extraña película que mezcla varias historias pero que no llega a cuajar en la pantalla.
El fondo es el poder de la santería, el control de las mentes, pero el director y coguionista Ángel González lo fusiona con un relato de drogas, de pandilleros, de familias desestructuradas, de asistentes sociales sobrepasadas, de asesinos salvajes… Vamos un `cacao´ inconexo que no llega ni a darte miedo ni te llega a emocionar en ningún momento.

Una pena porque se ve que hay mucho esfuerzo detrás del film, pero el guion, siendo un contenido que debería de funcionar, no es nada brillante. Tampoco hay actores que ayuden demasiado a hacerlo creíble y técnicamente es algo mediocre.
Aun así merece la pena verla si quieres ver un trhiller diferente, sobre todo si te gusta el ocultismo y la simbología.
2 ★★

