¿Y si nos enamoramos de Scarpia?

¿Y si nos enamoramos de Scarpia?

La última propuesta de Albert Boadella, en forma de ‘reyerta lírica’ y haciendo pareja con su colaboradora Martina Cabanas, es un espectáculo redondo que con pocos mimbres encanta a una audiencia fervorosa, capaz de aguantar noventa minutos de ópera y de celebrar al mismo tiempo esa chispa jocosa rozando lo zafio que el gran bufón domina.

Quiere ser ‘una visión irónica y mordaz de las intrincadas relaciones entre géneros’, pero más que irónica es en algún tramo ‘grossolana’, y más que mordaz, a veces obscena. Siendo un espectáculo para un público culto, está salpicado de procacidades y basteces de las que encantan a las señoras bien. En escena, tres personajes y un piano de cola. Un director de orquesta y dos sopranos van a ensayar la víspera de una de tantas galas benéficas un repertorio habitual que conocen al dedillo. Pero el ensayo se tuerce desde su inicio porque una de ellas en plan feminista radical se dedica a criticar los sucesivos papeles femeninos desde una óptica actual y maximalista sin tener en cuenta que son reflejo lógico de las ideas imperantes en su tiempo. Su escalada demagógica, torticera y ‘hiperempoderada’ va calentando al director que termina desbarrando en sentido contrario, mientras la segunda soprano disiente de su colega, intenta apaciguar el enfrentamiento pero termina haciendo causa común de género.

Así pues mientras se repasa el repertorio y se suceden fragmentos de La Bohème, Madama Butterfly, Carmen, Gianni Schicchi, Aida, Otello, Rusalka, Don Giovanni, La Traviata o Samson et Dalila, sin que falten un par de aportaciones zarzueleras procedentes de El manojo de rosas o La tabernera del puerto, la discusión va subiendo de tono ante la insistencia provocadora de la soprano ‘feministísima’, que despliega todo el catálogo argumental arrojadizo del sector más extremista de este movimiento.

La reyerta está trucada porque solo el malvado Scarpia de la ópera Tosca representa a los personajes masculinos de la ópera, y no aparece ninguno de las decenas de héroes hermosos, audaces, tiernos, generosos, justicieros y bondadosos que ha dado el género. Y porque el director de orquesta entra al trapo y termina diciendo generalidades desmadradas que pocos hombres piensan, y hasta cantando el himno de la Legión en plan chocarrero. Pero es la forma de compensar el desbarre feminoide que se exhibe y de terminar en empate sin que el provocador sea ahorcado en ceremonia televisada.

El argumento, cogido al hilo de lo ocurrido a y con Plácido Domingo, tiene su audacia provcadora, y es original hasta cierto punto, siendo muy oportuno que no oportunista. El texto es un buen resumen dialogado del debate que puebla los medios de comunicación y las redes sociales, tiene nivel periodístico, aunque su hilazón presente inevitables zurcidos como casi siempre que se recurre a enfrentar argumentos en un escenario mediante la construcción de una trama ficticia. La selección musical y sobre todo el debate en torno a los libretos operísticos es meritorio y se basa en un serio trabajo de documentación que saca a relucir unas cuantas de las miles de incongruencias y barbaridades que pueblan el repertorio, las relativas a una docena de protagonistas femeninas. Pero saldrían las mismas o más babaridades atendiendo a los papeles masculinos o cualquier otro aspecto espacio-temporal de la mayor parte de los libretos de la ópera clásica.

Pero el ensamblage de piezas musicales y debates de género funciona en su conjunto y en ello, además del buen sustento dramático que supone el texto, tienen mérito fundamental los tres intérpretes que desarrollan un trabajo excelente tanto vocal como actoral. El tenor Antoni Comas lleva más de tres décadas en los escenarios y ya había acompañado a Boadella en anteriores espectáculos musicales -haciendo de Wagner, de Amadeo Vives y hasta de Apollinaire, y había sido Paul Eluard en la ópera de Xavier Berenguer ‘Yo, Dalí’, Candide -el personaje de Voltaire- en versión musical de Berstein, y hasta recientemente una Inocencia nada inocente en el auto sacramental calderoniano El gran mercado del mundo. La soprano María Rey-Joly, que ya trabajó con Comas y Boadella en El Pimiento Verde, es una figura señera de la zarzuela, al igual que su compañera Carmen Solís. El papel más vistoso corresponde a Rey-Joly y hay que decir que nunca la habíamos visto tan en su salsa; tan identificada con su personaje que habrá que esforzarse para no cogerla manía. El trío supera prueba tan difícil, un recital de notable nivel en medio de una trama humorística, difícil para las cantantes pero no menos difícil para
el tenor acompañándolas al piano.

Ellas y él se ventilan la pieza como coser y cantar, cosiendo una discusión eterna y cantando arias a tope. No se necesita más que una sobria puesta en es escena para que el público quede encandilado. En la penúltima función no quedaban entradas y hubo verdadero entusiasmo colectivo ante la presencia de Boadella en el escenario. Se vio que el egregio presidente de Tabarnia y honorable bufón del Reino se ha ganado también el merecido título de Pope Emérito de los Teatros del Canal por los siglos de los siglos.

VALORACIÓN DEL ESPECTÁCULO (del 1 al 10)
Interés: 8
Puesta en escena: 7
Dirección musical: 8
Texto: 7
Música: 9
Interpretación: 9
Producción: 8
Programa de mano: 6
Documentación a los medios: 6

Teatros del Canal
Sala Verde.
¿Y si nos enamoramos de Scarpia?
Reyerta lírica de Albert Boadella y Martina Cabanas
Entre el 6 y el 15 de noviembre de 2019

El maestro: Antoni Comas
María: Carmen Solís
Ana: María Rey-Joly

Albert Boadella, director de escena y espacio escénico
Manuel Coves, director musical
Bernat Jansà, iluminación
Dolors Caminal, asesoramiento artístico
Martina Cabanas, ayudante de dirección
UNA PRODUCCIÓN DE ESCENARIO CLECE

Duración: 1h 30min
Jueves 14 noviembre: encuentro con el público tras finalizar la representación

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

José Catalán Deus

Editor de Guía Cultural de Periodista Digital, donde publica habitualmente sus críticas de arte, ópera, danza y teatro.

Recibe nuestras noticias en tu correo

Lo más leído