Don Gil de Alcalá, la revelación de la temporada

Don Gil de Alcalá, la revelación de la temporada

Cuando una magnífica ópera se ofrece con un montaje casi perfecto, el resultado es un fogonazo de alegría, de felicidad casi. Para todos los aficionados a la lírica, a la ópera, a la zarzuela, y para los que quieran descubrir el teatro musical español por la puerta grande, no hay duda alguna: va a ser de lo más destacado de la temporada.

Don Gil de Alcalá es una ópera española en tres actos con libreto y música de Manuel Penella Moreno, que con modestia la consideraba una ópera de cámara. Se estrenó el 27 de octubre de 1932 en el Teatro Novedades de Barcelona y en el Teatro de la Zarzuela de Madrid en 1934. Por estilo pertenece al que se llamó en Francia opéra-comique para distinguirlo de la grand opéra por su tono siempre jocoso, dirigido a un público popular. Se alternan los diálogos y las escenas cantadas, sin recitativos; abordaba asuntos de la vida cotidiana y a menudo inspiraba sus libretos en temas de actualidad.

La acción transcurre a finales del siglo XVIII en la ciudad de Veracruz, Virreinato de Nueva España (México), inspirada en El sí de las niñas de Leandro Fernández de Moratín. Niña Estrella, una huérfana mestiza criada por el gobernador, dejará el colegio ese día porque debe casarse con don Diego, un noble español, pero ella está enamorada de Don Gil de Alcalá, un joven y guapo soldado. En el camino a recogerla, el gobernador y don Diego caen en una emboscada de un supuesto grupo de bandidos contratado por don Gil para hacerse el héroe junto a su sargento Carrasquilla dispersándolos y salvando al gobernador. Todo para llegar hasta su enamorada y ganarse el agradecimiento de su tutor y la mano de Estrella, desbancando al rival. Cuando todo va viento en popa, don Diego descubre el engaño ante el virrey que ha acudido a condecorar a don Gil y a Carrasquilla. El Virrey lo sentencia a ir a la frontera a luchar contra los peligrosos indios zacatecas que se han rebelado, lo que es una muerte casi segura. Don Gil confiesa su delito señalando que actuó por su amor insensato. En estas el gobernador decide confesar su gran pecado de juventud al padre magistral, haber tenido un hijo con una lavandera madrileña de 16 años y haberlos abandonado a ambos; Chamaco escucha la confesión y propone que don Gil se haga pasar por el hijo ilegítimo del gobernador para librarse del destierro y ganarse a Estrella. Así que cuando Don Gil y Carrasquilla van a despedirse, en el curso de su efusiva apología, el capitán introduce algunos detalles que Chamaco había captado al vuelo de la confesión del gobernador. Conmovido, el gobernador le reconoce como su hijo abandonado, y feliz y contento, deshace el compromiso con don Diego y suscribe la unión de Estrella y Gil

El argumento no puede ser más convencional, y esta comedia de enredo no pasaría de ser un remedo tardío del género si no fuera por dos cosas que son una. Primero, la excelencia del libreto, que en el desenlace introduce tan certeras gotas de humor e ingenio que crea una de las escenas más divertidas del género. Y segundo, la calidad de la partitura, que en un desafío al alcance de pocos músicos -prescindir voluntariamente de las secciones de viento y percusión y construir un continuum musical de dos horas a base exclusivamente de instrumentos de cuerda- es un acierto completo, equilibrado y brillante; convencional si se quiere, al margen absoluto de las vanguardias de su tiempo y de los experimentos dodecafónicos y atonales, pero inspiradísima y armoniosa, y entre lo mejor sin duda del teatro musical producido en nuestros lares.

Y si un buen libreto es bien puesto en escena, y una buena partitura es bien ejecutada vocal e instrumentalmente, las piezas del mágico rompecabezas encajan y el milagro del teatro musical se consuma: lo más cercano al arte total que buscaba Richard Wagner, esa Gesamtkunstwerk que integraba las seis artes de la Grecia clásica que luego formarían disciplinas diferentes. Repartamos pues los méritos entre la sobresaliente dirección musical del onubense Lucas Macías, que tras ser un destacado oboísta internacional, lleva una década mostrándose muy competente director de orquesta, y la dirección de escena del asturiano Emilio Sagi, quizás nuestro mejor montador operístico. Los cuatro elementos funcionan al unísono en un enfoque historicista de renovada vigencia, en una pieza que resulta clásica y actual al mismo tiempo, que no emplea trasposiciones espacio-temporales que casi nunca ayudan, que cuenta un melodrama con astucia para que no resulte ñoño, que es realmente fiel al autor, fiel al público y fiel al género.

Bajo la batuta de Macías, la orquesta y el coro titulares tuvieron una de sus mejores actuaciones de los últimos tiempos, haciendo flotar el teatro en las partes instrumentales ella, y componiendo él los mejores movimientos corales que hemos visto en algún tiempo. Tras la visión de Sagi, son muy destacables el elegante clasicismo de la escenografía de Daniel Bianco, el deslumbrante vestuario de Pepa Ojanguren y la perfecta iluminación de Eduardo Bravo. La pieza permite a Nuria Castejón desplegar coreografías absolutamente preciosas.

El reparto del estreno estuvo tan conjuntado musical y actoralmente que apenas permite hacer distinciones más allá de poner a la misma altura de los protagonistas a un conjunto de personajes secundarios muy convincentes, comenzando por el Chamaco de Carlos Cosías y el Carrasquilla de Simón Orfila. La mezzo Carol García hizo una Maya enorme, especialmente en el dúo con Niña Estrella de ‘Todas las mañanitas’, que resultó el momento cumbre de la representación.

La soprano aragonesa Sabina Puértolas supo hacerse con el personaje de Niña Estrella tras un inicio frío y el tenor canario Celso Albelo hizo un Don Gil poderoso, acogido con enorme satisfacción por un público expectante ante su regreso a la zarzuela después de largo paréntesis. El barítono catalán Manel Esteve puso al ‘malo’ Don Diego a la altura de la pareja protagonista hasta cerrar perfectamente equilátero ese triángulo que es el más clásico de todos los repartos dramáticos.

Desde la introducción, destacó la aportación del arpa, un instrumento que apenas aparece en nuestra zarzuela. Hubo encendidos aplausos para el trío del madrigal ‘Tus ojos son dos rayos de sol’, para el brindis del sargento en ‘Jerez, este es er vinillo de la tierra mía’, para el dúo cómico de Chamaco y Maya en ‘Ay zúmbale… El día que nos casemos’, y por supuesto para la romanza “No temas no, confía en mí” de don Gil. Y el número final del último acto, el colectivo ‘De audaces la fortuna’ puso broche brillante a una velada de éxito total.

Aproximación al espectáculo (valoración del 1 al 10)
Interés: 9
Dirección musical: 9
Dirección artística: 9
Voces: 8
Orquesta: 8
Coro: 9
Interpretación actoral: 8
Escenografía: 8
Producción: 9
Programa de mano: 8
Documentación a los medios: 10

TEATRO DE LA ZARZUELA
Don Gil de Alcalá – Ópera en tres actos
Del 5 al 22 de mayo de 2022
Música y libreto Manuel , que hizo
Estrenada en el Teatro Novedades de Barcelona, el 27 de octubre de 1932, y en el Teatro de la Zarzuela, el 20 de abril de 1934
Producción del Festival de Teatro Lírico Español de Oviedo con el Teatro de la Zarzuela (2017)

Equipo artístico
Dirección musical Lucas Macías
Dirección de escena Emilio Sagi
Escenografía Daniel Bianco
Vestuario Pepa Ojanguren
Iluminación Eduardo Bravo AAI
Coreografía Nuria Castejón

Orquesta de la Comunidad de Madrid (Titular del Teatro de la Zarzuela)
Coro Titular del Teatro de la Zarzuela – Director Antonio Fauró

Reparto
DON GIL – Capitán español Celso Albelo (5, 7, 11, 13, 15, 18, 20 y 22)
José Luis Sola (6, 8, 12, 14, 19 y 21)
Niña Estrella – Huérfana mestiza Sabina Puértolas (5, 7, 11, 13, 15, 18, 20 y 22)
Irene Palazón (6, 8, 12, 14, 19 y 21)
Chamaco -Servidor indio Carlos Cosías (5, 7, 11, 13, 15, 18, 20 y 22)
Facundo Muñoz (6, 8, 12, 14, 19 y 21)
Maya – Servidora india Carol García (5, 7, 11, 13, 15, 18, 20 y 22)
Lidia Vinyes-Curtis (6, 8, 12, 14, 19 y 21)
Don Diego – Aristócrata español Manel Esteve (5, 7, 11, 13, 15, 18, 20 y 22)
Eleomar Cuello (6, 8, 12, 14, 19 y 21)
Virrey – Cargo del Reino de Nueva España Pablo López
Sargento Carrasquilla – Militar español Simón Orfila
Madre abadesa María José Suárez
Padre magistral David Sánchez
Maestro de ceremonias Ricardo Muñiz
Gobernador Miguel Sola
Lucía – Colegiala Paula Alonso*
Rosita – Colegiala Rosa María Gutiérrez*
* Miembro del Coro Titular del Teatro de la Zarzuela

FIGURANTES-BAILARINES
Marian Alquézar, Cristina Arias, Francisco Guerrero, Pablo Gutiérrez, Esther Ruiz, Lara Sagastizabal, Óscar Manhenzane, David Naranjo

Duración aproximada
Acto Primero: 50 minutos
Intervalo: 15 minutos
Actos Segundo y Tercero: 60 minutos
Fechas y horarios
5, 6, 7, 8, 11, 12, 13, 14, 15, 18, 19, 20, 21 y 22 de mayo de 2022
20:00 h (Domingos 18:00 h)

 

 

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

José Catalán Deus

Editor de Guía Cultural de Periodista Digital, donde publica habitualmente sus críticas de arte, ópera, danza y teatro.

Recibe nuestras noticias en tu correo

Lo más leído