Gabilondo dio toda una clase teórico-práctica. Tiene poso este ministro. Sabe de lo que habla. Y tiene las ideas claras, muy claras. Y, como todos los sabios moderados, las defiende con firmeza y flexibilidad a la vez
(José Manuel Vidal).-Sentido y muy personal, sin caer en el panegírico. Así fue el discurso que ayer le dirigió el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, al ex secretario de Escuelas Católicas, Manuel de Castro, en la entrega de la orden civil de Alfonso X el Sabio. Toda una lección de pedagogía aplicada a la persona de Manuel de Castro. Una definición de lo que es y de lo que debe ser la educación en España ilustrada con el ejemplo vital de un hombre que, como Manuel de Castro, entregó su vida apasionadamente a la educación. Con frutos abundantes
El Salón de plenos del Consejo Escolar del Estado estaba abarrotado. Tanto que alguna gente tuvo que quedarse de pie. Como el director general dee SM, Javier Cortés, que aguntó toda la ceremonia de pie, al lado de la puerta. Gente de todos los sectores educativos. De todos los sindicatos, asociaciones, congregaciones religiosas. Y el Gobierno representado al máximo nivel con el ministro de Educación. Y políticos del PP, como Eugenio Nasarre.
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