Al menos desde el Vaticano, se observa la realidad de la Iglesia católica española con diversidad de miradas, y no únicamente con la información que llega de Madrid y de Rouco Varela
(Jesús Bastante).-Al final, el Papa vendrá dos veces a España. Y no sólo a Madrid, mal que le pese al cardenal Rouco Varela, que quería que la presencia de Benedicto XVI en la Jornada Mundial de la Juventud reafirmara su liderazgo único en la Iglesia española. Sin embargo ayer, en sendas ruedas de prensa, el cardenal de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, y el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, anunciaron que Benedicto XVI visitará España el próximo 6 de noviembre para participar en los actos de Año Santo Compostelano. Al día siguiente, el Papa presidirá una Eucaristía de inauguración del templo expiatorio de la Sagrada Familia, obra del catalán Antonio Gaudí (actualmente en proceso de beatificación).
El viaje se estaba gestando, con suma discreción, desde hace más de dos años, pero fue en febrero del pasado año, durante la visita del cardenal Bertone a España, cuando el presidente Zapatero y la vicepresidenta De la Vega invitaron oficialmente al Papa a ambos actos. La dificultad estribaba en que Benedicto XVI ya había comprometido su visita a Madrid para participar en la Jornada Mundial de la Juventud de agosto de 2011, y no resultaba factible que el anciano Papa realizara dos viajes al mismo país en años sucesivos.
La perseverancia de catalanes y gallegos, unida al buen hacer del embajador de España ante la Santa Sede, Francisco Vázquez, hicieron mella en los deseos del Papa. Desde Roma, el cardenal Cañizares y el anterior Nuncio en España, Manuel Monteiro de Castro, terminaron de convencer al Pontífice de la conveniencia de visitar Santiago durante el Xacobeo y de inaugurar el templo barcelonés. Sin olvidar, claro está, la petición de Casa Real.
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