Braulio Rodríguez ve este cuarto de siglo con "una mirada agradecida" y recuerda que esta aventura "no se puede hacer solo"
El arzobispo de Toledo y Primado de España, Braulio Rodríguez, ha presidido este jueves la Santa Misa con motivo de su XXV aniversario de su Ordenación Episcopal rodeado de cientos de fieles en la que ha pedido a los jóvenes que sean «valientes» y que sientan a Cristo a pesar de las «dificultades de la cultura dominante».
Durante la homilía en la Catedral de Toledo, Rodríguez ha manifestado que no «hay nada más grande que ser cristiano joven», por lo que ha deseado que sientan «muy dentro la urgencia de evangelizar a otros jóvenes» y que formen grupos, estén asociados, vivan con otros jóvenes la fe y que compartan con ellos oración, celebración y apostolado.
El arzobispo de Toledo ha indicado que si realizan estos actos y son cristianos conseguirán «ser más libres» y les ha pedido que no se avergüencen «nunca del Evangelio que les muestra al Salvador».
Rodríguez ha manifestado que el amor de Cristo no se debe apagar porque es lo que el mundo necesita «para cubrir tantas injusticias, tantos egoísmos, tantos atentados al bien común y a los más empobrecidos de la tierra».
Rodríguez ha rememorado el día de su ordenación episcopal, en una «tarde soleada» del 20 de diciembre de 1987 en Burgo de Osma cuando la imposición de «las manos de otros obispos» le introdujeron en el Colegio apostólico. «No olvidaré nunca ese día«, ha aseverado.
También ha recordado «el todavía no muy lejano 16 de abril de 2009» cuando saludaba por primera vez a los fieles toledanos, día en el que les pedía que «oraran» para que fuera buen obispo, al tiempo que ha señalado que desde aquel momento ha querido sin duda ejercer bien este cargo aunque no sabe juzgar si lo ha desempeñado correctamente o no.
El también Primado de España ha señalado que, a pesar de que se habrá «dejado cosas sin hacer, hermanos sin atender, temas sin acabar y tantos necesitados sin socorrer», lo más importante para él son los fieles toledanos y mostrarles a Cristo, del mismo modo que lo hizo con los fieles de «Osma-Soria, los salmantinos y los vallisoletanos».
Finalmente ha dicho que «se siente feliz al estar rodeado del amor de Dios y de su Iglesia sin que lo merezca», por lo que ha agradecido a sus hermanos obispos, sacerdotes, religiosos, a los seminaristas y a los fieles laicos su presencia en esta Santa Misa.
También ha manifestado que es un «lujo» que el Papa, Benedicto XVI, le haya enviado una felicitación, que ha leído: «Así pues, me complace, como Sucesor de san Pedro, traer a la memoria, como si estuviera ahora presente, tu celebración con la muy querida comunidad de la Iglesia de Toledo, mientras quiero unirme a tu acción de gracias a Dios por los dones con los que Él te ha colmado muy benignamente y desearte de todo corazón toda clase de bienes».
En declaraciones a Europa Press, ha señalado que sus 25 años como obispo suponen una «enorme alegría pero también una gran responsabilidad«. Braulio Rodríguez ve este cuarto de siglo con «una mirada agradecida» y recuerda que esta aventura «no se puede hacer solo» y que él siempre ha estado «acompañado de los otros miembros de la Iglesia».
«Tras celebrar los 25 años, uno también se da cuenta de la futilidad del existir», ha bromeado. «Cuando fui ordenado y veía tantos obispos hermanos míos más mayores y ahora me doy cuenta de que empiezo a ser del grupo de los mayores», ha añadido.
La ceremonia se ha celebrado en el crucero de la Catedral, ha estado amenizada por el coro de la misma y ha contado con cerca de 200 sacerdotes y una veintena de obispos y arzobispos. También se han dado cita autoridades como el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, y algunos concejales del Ayuntamiento, además de autoridades de la Guardia Civil y la Audiencia Provincial de Toledo.
Entre los arzobispos que han estado presentes se encontraban Monseñor Renzo Fratini, Nuncio Apostólico en España; Francisco Javier Martínez, arzobispo de Granada; Santiago García, arzobispo de Mérida-Badajoz; Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid; Atilano Rodríguez, obispo de Sigüenza-Guadalajara; y José María Yanguas, obispo de Cuenca.
Además han estado presentes Ciriaco Benavente, obispo de Albacete; Francisco Cerro, obispo de Coria-Cáceres; Demetrio Femández, obispo de Córdoba; Ángel Rubio, obispo de Segovia; Carlos López, obispo de Salamanca; Casimiro López, obispo de Segorbe-Castellón; Rafael Escudero, obispo de Moyobamba (Perú); José RicoPavés, obispo auxiliar de Getafe; Santiago Gómez, obispo auxiliar de Sevilla; Carmelo Borobia, obispo auxiliar emérito de Toledo; y Rafael Palmero, obispo emérito de Orihuela-Alicante; y Francisco Álvarez, cardenal-arzobispo emérito de Toledo.
(Rd/Ep)