Tolerancia cero. Hungría ha aumentado la protección ante los abusos a menores en la Iglesia católica. Ante los escándalos de pedofilia en todo el mundo ha sido precisamente la Conferencia de Obispos del país magiar la que ha abierto una línea para que las víctimas puedan denunciar.
Se trata de un territorio en el que estos casos son muy poco frecuentes, debido, según la propia Iglesia, a que la cultura y la sociedad están muy orientadas a los niños.
El secretario de la Conferencia de Obispos Católicos, Tamás Tóth, ha explicado que «con la ayuda de expertos y teniendo en cuenta los sistemas existentes, hemos creado una línea telefónica de atención al ciudadano, que puede tratar estas cuestiones».
«En algunos casos, las disposiciones del papa Francisco permiten a la Iglesia castigar a los perpetradores de una manera más severa que la ley civil», ha añadido.
Los casos de pedofilia se han extendido desde Estados Unidos a Europa, en países tan significativos como Polonia, o Australia. Hungría se quiere blindar.
«Para denunciar un caso en la línea directa se puede hacer de dos maneras: enviando una carta por correo o utilizando el sitio de Internet. En la página web también se pueden leer las instrucciones y quién se encargará de cada caso. Los informes irán a un consejo en el que también hay abogados, teólogos y psicólogos», ha detallado Tóth.
El Consejo de Obispos Católicos Húngaros ha publicado una declaración en la que pide perdón a las víctimas de abusos sexuales.
Por su parte, la Universidad Católica Peter Pazmany ha lanzado un nuevo curso sobre protección de la infancia.
