El papa dedicó más de 45 minutos a saludar a los fieles antes de las audiencia y además de estrechar manos, dar besos y hacerse fotos con los presentes, también firmó con su nombre la camiseta
«Recemos mucho por la paz en Oriente Medio. ¡Rezad, por favor, rezad fuerte!«, fue la petición del pontífice argentino, quien hoy reanudó la celebración de las audiencias generales de los miércoles tras la pausa durante el mes de julio.
Durante la audiencia, el papa también expresó su cercanía a los familiares de las víctimas y afectados por el terremoto del pasado domingo en Yunnan, suroeste de China, y que ha provocado la muerte de al menos 589 personas.
La audiencia general se realizó en un Aula Pablo VI repleta de peregrinos y otros siguieron la catequesis en las pantallas gigantes colocadas en la plaza San Pedro.
La catequesis del papa de hoy estuvo dedicada al pasaje de la Biblia en la que Jesús «entrega a sus discípulos una enseñanza nueva, que comienza con las Bienventuranzas «.
Para Francisco, las Bienaventuranzas «son como el retrato de Jesús, su forma de vida y el camino de la felicidad que anhela el corazón humano» y concluyó que el «día del juicio final no se presentarán títulos o créditos», y añadió: «Las preguntas que se nos harán serán sobre nuestra beatitud».
El papa dedicó más de 45 minutos a saludar a los fieles antes de las audiencia y además de estrechar manos, dar besos y hacerse fotos con los presentes, también firmó con su nombre la camiseta que llevaba un joven alemán que le pidió un autógrafo.
Bergoglio reanudó sus audiencias generales, este 6 de agosto, fiesta litúrgica de la Transfiguración del Señor y 36 aniversario de la muerte del Venerable Pontífice Pablo VI, que beatificará el próximo 19 de octubre, como conclusión de la Asamblea sinodal extraordinaria dedicada a la familia:
«Nuestro pensamiento se dirige hoy al Venerable Siervo de Dios Pablo VI, en el aniversario de su muerte, que ocurrió el 6 de agosto de 1978. Lo recordamos con afecto y admiración, considerando cómo vivió totalmente dedicado al servicio de la Iglesia, a la que amaba con todo su corazón. Su ejemplo de fiel servidor de Cristo y el Evangelio sea aliento y estímulo para todos nosotros»
(Rd/Ep)