'The Whisper'

Rolls-Royce: La historia de amor prohibido que se esconde tras el mítico emblema

Eleanor era la secretaria de Walter en la revista, y con quien el hombre mantenía una relación secreta desde 1902

La figura no siempre adornó el capó de los modelos de Rolls-Royce.

De hecho, ni siquiera estaba previsto que nada fuera a adornar sus coches cuando se fabricaron los primeros modelos.

Así, el origen de la pequeña escultura data de principios del Siglo XX, cuando John Walter Edward Scott-Montagu, segundo Lord Montagu y editor de la revista ‘The Car Illustrated’, le pidió a su amigo Harles Robinson Sykes que diseñara un adorno para montar en su Rolls-Royce Silver Ghost de 1909.

Sykes rápidamente se inspiró en una historia de amor prohibido que, precisamente, protagonizó John Walter.

Sykes eligió a Eleanor Velasco Thornton como modelo para la figura.

Eleanor era la secretaria de Walter en la revista, y con quien el hombre mantenía una relación secreta desde 1902.

Esta relación debía permanecer en secreto, solo la conocían unos pocos amigos íntimos de Walter, porque el estatus económico de Eleanor era bajo y, en aquella época, suponía un obstáculo para su relación.

Además, Walter estaba casado desde 1889.

Así nació una figura que Sykes bautizó como ‘The Whisper’ o ‘El Susurro‘, que representaba a Eleanor con un camisón que revoloteaba por el viento y con un dedo contra sus labios, que simbolizaba el amor secreto entre los dos.

Durante la primera década del Siglo XX, hacerse figuras para adornar los coches se había puesto de moda.

Rolls-Royce, como marca, estaba preocupada porque consideraba que los propietarios estaban poniendo figuras inapropiadas en sus coches.

Es por eso que, para corregirlo, Claude Johnson, por entonces director general de Rolls-Royce Motor Cars, contactó con Sykes para crear una figura para poner en el capó de todos sus coches a partir de entonces.

Sykes recibió instrucciones de crear una figura que simbolizara las características que ellos creían esenciales para la marca.

Claude Johnson quería que Sykes evocara el espíritu de Nike, la diosa de la victoria, cuya imagen era admirada en el Louvre de París.

Sin embargo, el escultor no se sentía atraído por Nike y quería que su imagen fuera más femenina.

Así nació ‘The Spirit of Speed‘ o ‘El Espíritu de la Velocidad’, la imagen que Sykes creó para Rolls-Royce fijándose de nuevo en Eleanor Thornton como inspiración.

Poco después, cuando lo presentó a la marca, en 1911, Claude Johnson la describiría como «una elegante y pequeña diosa, el Espíritu del Éxtasis, que eligió el viaje por la carretera como su delicia suprema y se asentó en la proa de un Rolls-Royce para revelar la frescura del aire y el sonido musical de sus revoloteantes vestimentas expresando su gran placer, con los brazos extendidos y su vista fijada en la distancia«.

Esta figura no era más que una versión modificada de ‘The Whisper‘, sin el dedo en sus labios y agarrándose su vestido.

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