Desde el Atlántico

Carlos Ruiz

Sahara Occidental: Marruecos se burla de la ONU

Mientras en la ONU se discutía sobre la descolonización del Sahara Occidental, Marruecos intenta descabezar la resistencia pacífica saharaui en los territorios ocupados. No cabe mejor ilustración acerca de la «credibilidad» de las propuestas marroquíes sobre el territorio. Esta burla supone un reto y un cálculo.

En la Cuarta Comisión de la Asamblea General de la ONU, encargada de la descolonización, se ha estado produciendo en estos días un debate en el que han tomado parte diversos peticionarios que solicitaron intervenir. Entre los peticionarios había numerosos individuos que hablaban en apoyo de Marruecos. Por parte de España, conviene dejar constancia de cómo Fernando Fernández Martín (ex-presidente canario y ex-eurodiputado del PP), Lorenzo Olarte Cullén (ex-diputado de Coalición Canaria y ex-vicepresidente canario) y Rafael Esparza Machín (miembro del PSOE, en su momento asesor del ex-presidente Jerónimo Saavedra) cantaron las excelencias de la posición marroquí.

Pero mientras los antecitados y otros individuos del lobby pro-marroquí en otros lugares del mundo, fundamentalmente Francia, hablaban del «respeto» que tiene Marruecos por la democracia y los derechos humanos, como un cruel sarcasmo, Marruecos estaba desencadenando la enésima campaña de represión en el territorio ocupado del Sahara.
El día 6 de octubre detenía a cinco destacados líderes de la resistencia que intentaban cruzar del Sahara Occidental ocupado a Mauritania. Entre ellos estaba Mohamed Dadach, que estuvo más de 20 años en las prisiones marroquíes y fue galardonado con el Premio Rafto de los derechos humanos.
Y dos días después, el 8 de octubre, después de haber desencadenado una campaña de linchamiento contra ellos, el régimen marroquí detenía a otro grupo de siete líderes de la resistencia, entre los que se encuentran Ali Salem Tamek y Brahim Dahán, ya conocedores de las prisiones marroquíes. Su «delito» es que estuvieron en los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf encontrándose con sus compatriotas.

¿Por qué Marruecos se ha arriesgado a dejar en ridículo a los que se prestaron a cantar en la ONU las excelencias del sistema alauita?
Avanzo dos posibilidades.

La primera es que es un reto.
Marruecos quiere comprobar si después de esta represión de los derechos humanos, la ONU va a seguir sin condenar las violaciones de derechos humanos por Marruecos en el Sahara Occidental.
Pero quizá el reto no salga bien porque La única respuesta digna que le queda a la ONU es condenar claramente estas violaciones.

La segunda es un cálculo.
Marruecos ha llevado a cabo esta represión porque tiene miedo de que la resistencia interior se consolide. El cálculo del majzén es que es preferible sufrir un desgaste en su imagen descabezando la resistencia pacífica que permitir que esta se organice.
Es un típico cálculo del majzén.
Pero quizá no sea un buen cálculo. 34 años después de la invasión sigue habiendo resistencia pacífica a la ocupación.
Marruecos debiera preguntarse por qué.

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Autor

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental Universidad de Santiago de Compostela

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional
Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental
Universidad de Santiago de Compostela

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