Desde el Atlántico

Carlos Ruiz

Gaza: la defensa vergonzante y suicida de un abordaje ilegal

Hoy, como ayer, estamos en el reino de la confusión. Muchos sectores «progresistas» que no dudan en violentar la Constitución para defender el nuevo Estatuto catalán, protestan (con razón) contra el abordaje ilegal de Israelí a los buques turcos en Gaza. Por contra, muchos sectores «liberales» o «conservadores» que protestan (con razón) contra la violación de la Constitución por el nuevo Estatuto catalán, no dudan en violentar el Derecho Internacional para defender al gobierno israelí. Sin embargo, en ambos casos estamos hablando de lo mismo: del respeto al Derecho que es lo único que puede salvarnos de la catástrofe.

I. LOS HECHOS BÁSICOS
Los hechos básicos, contados con la máxima asepsia, son los siguientes:
1º. Un convoy de seis buques, no militares, se dirigía a entregar ayuda a la población civil de Gaza.
2º. Los buques tenían pabellón de Turquía
3º. Turquía es un Estado no árabe, teóricamente laico, de población musulmana que tiene (¿tenía?) excelentes relaciones con Israel.
4º. Los buques se hallaban a 70 millas de la costa de Gaza
5º. Uno de los buques, el llamado Mavi Marmara, fue abordado por la Marina israelí con la intención, se dice, de hacer un «registro».
6º. Una vez abordado los tripulantes respondieron al abordaje.
7º. Tras la reacción de los tripulantes, el Ejército israelí provocó la muerte de diez tripulantes.

II. EL DERECHO APLICABLE.
A los anteriores hechos se les aplican las siguientes normas jurídicas:
1º. Las aguas jurisdiccionales, o de soberanía, se extienden a un espacio de 12 millas náuticas desde la costa del espacio terrestre sobre la que el Estado tiene jurisdicción.
2º. Gaza es un territorio que no forma parte del Estado de Israel.
3º. Naciones Unidas considera que la presencia de Israel en Gaza (sea en su espacio terrestre o marítimo) es una ocupación.
4º. Los buques comerciales, en aguas internacionales, se hallan sometidos, únicamente, a la jurisdicción del Estado que abandera el buque. En este caso, Turquía.
5º. El abordaje de un buque comercial, que se halla en aguas internacionales, por un buque de guerra de otro Estado es un acto ilícito.
6º. Los tripulantes de un buque comercial abordado tienen derecho a la legítima defensa.

III. INFORMACIONES EQUIVOCADAS EN LA PRENSA LIBERAL.
Si, como creo correcto, el Derecho Internacional sostiene lo que acabo de decir, resulta, de todo punto incorrecto defender la acción del gobierno israelí.
Yo comprendería que esta defensa se hiciera por aquellos a quienes no les importa la violación del Derecho.
Pero quienes dicen defender el Estado de Derecho no pueden falsificar la realidad para defender una violación flagrante, como ésta, del Derecho.

Por ello, considero totalmente equivocado decir, como ha hecho un comentarista de Libertad Digital que

El abordaje israelí fue legal de acuerdo con el Derecho Internacional Humanitario
(…)
La llamada «flotilla solidaria» iba cargada de armas. Los llamados «pacifistas» respondieron con extrema violencia a los soldados israelíes que, en un principio, abordaron las naves desarmados.
(…)
El abordaje del ejército israelí se produjo a menos de 200 millas de la costa. Cualquier alumno no muy aplicado de primer curso de Derecho Internacional sabe que eso no son aguas internacionales, sino que es la llamada Zona Económica Exclusiva del estado con soberanía en la costa, en este caso Israel.

Esta opinión es incorrecta por estas razones:

1º. Que los buques vayan o no con armas es algo que no altera la naturaleza no militar de ese buque.
Muchos civiles tienen armas y no por ello son militares.
En Estados Unidos, sin ir más lejos, ¿se pueden calificar de «militares» a los civiles que, en ejercicio de su derecho, llevan armas?

2º. Los tripulantes de un barco abordado no tienen ninguna obligación legal de recibir con los brazos abiertos a quien les aborda, vaya o no vaya armado… aunque eso sí, iba uniformado.
¿Acaso tienen los ciudadanos obligación de dejar entrar en su casa, a echar un vistazo, a quien llame en la puerta por el mero hecho de que no vaya armado? Máxime si estamos ante alguien que, aun no yendo presumiblemente armado, está uniformado o, lo que es lo mismo, FORMA PARTE de un cuerpo armado.

3º. Sin duda la enseñanza universitaria se está degradando mucho, porque cualquier alumno que diga en un examen que la «Zona Económica Exclusiva» es una zona de soberanía recibiría un suspenso rotundo.

IV. LAS COMPLICIDADES SILENCIADAS
El abordaje ilegal y criminal de la Marina israelí, sin embargo, puede hacernos perder la perspectiva de circunstancias concurrentes que no afectan directamente a Israel.
Me refiero concretamente a dos hechos:

1º. El bloqueo de Egipto a la franja de Gaza.
La tragedia del Mavi Marmara ha provocado que Egipto haya abierto su frontera terrestre con la franja de Gaza.
Y ello nos pone de relieve un hecho desconocido para muchos, e incómodo para algunos, a saber: que el bloqueo a la franja de Gaza no es responsabilidad única de Israel, sino también de Egipto.
Hay que denunciar, por tanto, que la situación actual de Palestina no se debe sólo al inaceptable comportamiento israelí. No es un conflicto de «judíos» contra «árabes». Es más complejo. Lamentablemente, Israel no actúa sólo. Hay también Estados árabes que, por muy diferentes intereses colaboran en el aplastamiento de la población árabe de Gaza.
Pero que quede claro: el bloqueo de Gaza no es responsabilidad única de Israel.

2º. El armamento israelí.
Israel es, ciertamente, un gran productor y exportador de armas.
Pero también importa armas. Y, entre otros países, las importa de España.
España ha exportado a Israel armas ligeras por valor de un millón y medio de euros.
La sangre vertida en el Mavi Marmara lo ha sido por obra de armas ligeras.
¿Han sido las armas vendidas por el «pacifista» Rodríguez las que han provocado la masacre?

V. HAY DEFENSAS QUE LLEVAN AL PRECIPICIO

1º. Un problema de coherencia.
La defensa, a toda costa, del gobierno israelí no creo que sea un acto de verdadera consideración y respeto hacia Israel.
En tiempos como los actuales en que se han degradado tantas cosas, esta actitud no difiere mucho de la del padre de un alumno que, haga lo que haga su hijo, no duda en defenderle atacando al profesor que censura el comportamiento del joven.
Este tipo de actitudes son, justamente, lamentadas por medios como «Libertad Digital» porque conducen a la degradación de la educación.
Sin embargo, quien hace esas críticas al sistema educativo actual, no puede, sin perder su credibilidad, mantener exactamente la actitud opuesta.

2º. Un problema de estrategia.
Pero no estamos sólo ante una sangrante incoherencia. Estamos, ante un grave error estratégico.
El mismo medio aludido antes, pedía que «No caigamos en la trampa de Hamas«.
Pues bien, si hay alguien que está haciendo el juego a Hamas son, exactamente, aquellos que defienden cualquier tipo de violación de la legalidad internacional que consume el gobierno israelí.

Sólo quien condene las violaciones de la legalidad por el gobierno israelí tendrá la credibilidad suficiente para denunciar las violaciones de la legalidad que lleve a cabo Hamas.
Pero, si el gobierno israelí puede fijar por sí mismo el criterio de lo que se puede o no se puede hacer,
¿con qué argumento puede negar a Hamas que fije por sí mismo el criterio de lo que se puede o no se puede hacer?

Estamos en momentos críticos.
No nos salvaremos sin el Derecho.

POST-DATA (2-VI-2010)
Siento no poder contestar a todos los numerosos comentarios que los lectores, en su mayoría educados, han escrito.

Sí quiero señalar dos cosas:

1º. Al día siguiente de publicarse este artículo, el 2 de junio en otros medios españoles también se publican opiniones sosteniendo, como aquí, la ilegalidad de la acción del gobierno israelí:
– «Un ilícito internacional» (El País, 2-VI-2010)
– «La pérdida de credibilidad de Israel» (El Mundo. 2-VI-2010)

2º. La prensa israelí, de forma mayoritaria, pide la dimisión del ministro de Defensa y del Primer ministro israelíes… mientras los «conversos» españoles, más «papistas» que el «papa» siguen defendiendo esta acción

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Autor

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental Universidad de Santiago de Compostela

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional
Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental
Universidad de Santiago de Compostela

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