Desde el Atlántico

Carlos Ruiz

Elecciones regionales del 27-S: el miedo se apodera de los separatistas catalanistas

Las elecciones al parlamento regional de Cataluña celebradas el 27 de septiembre de 2015 tienen una gran importancia. De entrada, han sentenciado como derrotados a Artur Mas (JxS), Mariano Rajoy (PP) y Pablo Iglesias (Podemos). Además, han confirmado como triunfadores a Albert Rivera (C’s) y a Antonio Baños (CUP). Pero se da la paradoja de que han sido las CUP, la formación separatista más extremista, quien mejor ha entendido lo ocurrido. Y opino que tienen miedo. Sólo así se explica que ese partido que parecía rupturista diga un día después que no debe procederse a una declaración unilateral de «independencia» @Desdelatlantico.

I. UNAS ELECCIONES REGIONALES ORDINARIAS CON PRETENSIÓN DE PLEBISCITO
Las elecciones celebradas el 27 de septiembre, jurídicamente, eran unas elecciones ordinarias para elegir el Parlamento regional. El Decreto 174/2015, de 3 de agosto, de convocatoria de elecciones al Parlamento de Cataluña y de su disolución no deja ningún lugar a dudas:

De acuerdo con lo que disponen los artículos 66 y 75 del Estatuto de Autonomía de Cataluña;
De conformidad con lo que establecen el artículo 56 y la disposición transitoria segunda del Estatuto de Autonomía de Cataluña, (…)

Decreto:

Artículo 1. Convocatoria.
Se convocan elecciones al Parlamento de Cataluña, que tendrán lugar el día 27 de septiembre de 2015.

Ahora bien, el propio presidente regional que convocó estas elecciones y el conjunto de las fuerzas separatistas no se cansaron de repetir que eran unas elecciones «plebiscitarias». O dicho de otro modo, que lo que se elegía NO era un parlamento regional sometido al Estatuto de autonomía y la legislación vigente, sino que lo que se hacía en realidad era un «plebiscito» sobre la ruptura de España. De ahí que la candidatura conjunta de CDC (partido del presidente regional, Artur Mas i Gavarró), ERC y otras organizaciones de una supuesta «sociedad civil» se agruparan para estas elecciones con el nombre de «Junts pel Sí» (JxS), o sea, «Juntos por el Sí». Pero ¿»sí» a qué? Era obvio: «sí» a la ruptura de España. El programa de JxS lo decía:

l’obtenció del mandat democràtic a favor de la independència —en les eleccions d’aquest 27S—

Junto a JxS, otra candidatura, la de las llamadas CUP también preconizó, expresamente, que esto eran unas elecciones «plebiscitarias».

Este carácter «plebiscitario» atribuido por las candidaturas que defendieron expresamente la ruptura de España (JxS y CUP) se vio abonado por el comportamiento del PP y del presidente de ese partido y del Gobierno de España, Mariano Rajoy Brey, que para debatir unas elecciones regionales autonómicas autorizó, nada más y nada menos que un debate de uno de los líderes de la candidatura separatista JxS (Oriol Junqueras i Vies) ¡¡¡con el ministro español de Asuntos Exteriores!!! para hablar ¡¡¡¡de las consecuencias de la separación de Cataluña de España!!!!

II. UN RESULTADO NEFASTO PARA LOS QUE QUERÍAN PROMOVER UNAS ELECCIONES «PLEBISCITARIAS»
El resultado de las elecciones regionales ha sido nítido.
Las candidaturas que decían que estas elecciones eran «plebiscitarias» y que un triunfo de sus candidaturas debía ser interpretado como un «sí» a la ruptura de España no han sumado la mayoría de votos.
El hecho es que JxS ha contado con 1.620.973 votos (39’54% de los votos emitidos) y CUP con 336.335 votos (8’20%). Es decir, un 47’74% de los votos emitidos (4.115.807).
En consecuencia, si esto se analizara como si fuera un verdadero plebiscito, la conclusión es obvia: el «sí» no ha superado el 50% de los votos. O dicho de otro modo: si esto era un plebiscito, los que lo promovían han perdido.

III. UN RESULTADO PREOCUPANTE PARA UNAS ELECCIONES REGIONALES ORDINARIAS
Ahora bien, como dije, jurídicamente, no hay NINGUNA duda de que esto son unas elecciones ordinarias para formar un parlamento regional. Pero analizadas en clave ordinaria, se produce la circunstancia de que la formación ganadora (JxS), que ha obtenido una amplia mayoría SIMPLE (62 de los 135 diputados del parlamento regional) en su programa preconiza LA VIOLACIÓN DEL ORDENAMIENTO JURÍDICO. En efecto, el programa electoral de JxS dice:

Si la ciutadania de Catalunya escull, a través de les eleccions del 27S, una majoria de diputats a favor de la independència, s’iniciarà un procés cap a la creació d’un Estat independent. Votar la candidatura de Junts pel Sí significa atorgar el mandat democràtic per fer efectiu el full de ruta que exposem tot seguit.
(…)
El procés cap a la creació d’un Estat independent consta d’un procés constituent en dues fases:
• Una primera fase que comença després del 27S amb una declaració d’inici del procés d’independència, amb la creació de les estructures d’Estat necessàries des d’un govern de concentració i l’inici del procés constituent de base social i popular. Posteriorment es procedirà a la proclamació de la independència, que suposarà la desconnexió respecte de l’ordenament jurídic espanyol vigent, i a l’aprovació de la llei de transitorietat jurídica i de la llei del procés constituent.
• Una segona fase de caràcter institucionalment constituent, que comprèn la celebració d’unes eleccions constituents, la culminació del procés de creació de l’Estat independent
amb l’aprovació de la Constitució i la seva ratificació mitjançant un referèndum.

En consecuencia, estamos ante las puertas de un gravísimo problema: una formación elegida para dirigir una comunidad autónoma dentro del ordenamiento de la Nación Española anuncia de entrada que se propone violar ese ordenamiento para romper la Nación.

Ahora bien, quien sea elegido por el parlamento regional para dirigir el ejecutivo regional catalán sólo podrá asumir el cargo (y cobrar el sustancioso sueldo que conlleva) si jura o promete acatar la Constitución. Supongo que la oposición, liderada por Ciudadanos, y las televisiones (con la Sexta al frente) exigirán que el acto de acatamiento a la Constitución del nuevo presidente regional catalán sea retransmitido en directo dado el obvio interés público del mismo.

IV. EX CURSUS (1): UN SISTEMA ELECTORAL QUE VIOLA EL DERECHO AL VOTO IGUAL PERO QUE NADIE HA RECURRIDO ANTE EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
Es necesario hacer un importante «ex cursus». El Decreto de convocatoria de elecciones establece que las elecciones se convocan «De conformidad con lo que establecen el artículo 56 y la disposición transitoria segunda del Estatuto de Autonomía de Cataluña» de 2006. Pero este Estatuto de 2006, mantiene en vigor la disposición transitoria del Estatuto de 1979 que dice en su disposición transitoria cuarta:

Las circunscripciones electorales serán las cuatro provincias de Barcelona, Gerona, Lérida y Tarragona. El Parlamento de Cataluña estará integrado por 135 Diputados, de los cuales la circunscripción de Barcelona elegirá un Diputado por cada 50.000 habitantes, con un máximo de 85 Diputados. Las circunscripciones de Gerona, Lérida y Tarragona elegirán un mínimo de seis Diputados, más uno por cada 40.000 habitantes, atribuyéndose a las mismas 17, 15 y 18 Diputados, respectivamente.

O dicho de otro modo: la disposición transitoria 4º.2 del Estatuto de 1979, mantenida en vigor por el Estatuto de 2006, y al amparo de la que se ha elegido este parlamento regional reconoce EXPRESAMENTE que el voto de un ciudadano de la provincia de Barcelona NO VALE IGUAL que el de los de las provincias de Gerona, Lérida o Tarragona.
¿Es una violación del derecho a la igualdad? El hecho es que nadie ha recurrido al Tribunal Constitucional esta disposición que ha llegado a permitir que un partido (en su momento, el PSC) con MÁS votos, tenga MENOS escaños que otro partido con menos votos (en aquel momento, CiU).
El resultado es que las dos formaciones separatistas (JxS y CUP) que han obtenido el 47% de los votos… suman la mayoría absoluta de los diputados del parlamento regional (72 sobre 135, siendo la mayoría absoluta de 68).

V. EX CURSUS (2): LOS RECUENTOS DE MANIFESTANTES SEPARATISTAS
Los resultados de estas elecciones tienen otro efecto colateral, a saber, ofrecer otra perspectiva de las cifras que las organizaciones y medios de comunicación separatistas ofrecen sobre la asistencia a las manifestaciones que organizan.
Recordemos, sin ir más lejos: la manifestación organizada dos semanas antes de estas elecciones: el 11 de septiembre de 2015.
La Guardia Urbana contabilizaba 1,4 millones de participantes en la última manifestación separatista, mientras que la organización decía que hubo, ni más ni menos, que ¡¡2 millones de manifestantes separatistas!! cifra que la Delegación del Gobierno rebajaba hasta medio millón de manifestantes en la Meridiana… cifra la del Gobierno que coincidía con la de «Sociedad Civil Catalana«.
A partir de aquí cabe una reflexión. Una de dos:
– o las organizaciones separatistas mienten e «inflan» deliberadamente las cifras…
– o no mienten y entonces el número de manifestantes separatistas viene a coincidir con el de votantes separatistas lo que significaría que su grado de movilización es total… tan total que todo aquel que no se manifieste debiera presumirse que no es separatista.

VI. EL ESTADO, MÁS LEGITIMADO QUE NUNCA PARA HACER RESPETAR LA LEGALIDAD FRENTE A LA SEDICIÓN DE UNA MINORÍA..
El resultado de las elecciones abre entonces la posibilidad de que los partidos que suman un 47% de los votantes… decidan romper la legalidad y la Nación Española.
Hasta ahora, el gobierno de Rajoy ha hecho una dejación notoria de sus obligaciones, permitiendo que los separatistas continuaran sus actividades sediciosas. Pero ahora hay un dato claro: la mayoría social los ciudadanos españoles en Cataluña se ha pronunciado en contra de las pretensiones separatistas.
En este contexto, cualquier medida tomada por los órganos competentes para hacer frente a la ruptura de la legalidad y la Nación no sólo contaría a su favor con la legalidad, sino además con el aval de la mayoría social.

VII. … Y EL MIEDO DE LOS SEPARATISTAS A UNA RUPTURA DE LA LEGALIDAD
Creo que el nuevo contexto SOCIAL explica la aparente paradoja de que la candidatura separatista más extremista (CUP) y que, hasta ahora, no ocultaba su intención de violar la legalidad vigente, haya, de repente, dado un paso atrás en su afán sedicioso y diga ahora que tras el «plebiscito» no se puede proceder a una «declaración unilateral de independencia». Las mentes más calculadoras del separatismo pretenden, por tanto, intentar fomentar el separatismo pero a medio plazo, pues tienen miedo de que el mensaje de las urnas pueda suponer un alto enérgico e inmediato a la sedición.
El miedo, que intentan disimular, de las CUP debe ser tomado muy en cuenta por las autoridades de la Nación para actuar ya, y sin más dilaciones, con energía para defender la legalidad y los derechos de la mayoría de la población que, además, es respetuosa de la legalidad.

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Autor

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental Universidad de Santiago de Compostela

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional
Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental
Universidad de Santiago de Compostela

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