Después de muchos años, España vuelve a sufrir un nuevo atentado terrorista. Esta vez en la ciudad de Barcelona y siguiendo un procedimiento parecido al utilizado en otros atentados (como el de Niza o el de Berlín). Este atentado se produce, casualmente, apenas unos días después de que Al Qaida publicara un número especial de su revista que siembra fundadas dudas sobre la tesis que atribuye a «Al Qaida» los atentados del 11-M, algo que ha sido objeto de un sonoro silenciamiento no sólo por los grandes medios sino por algunos que pretendieron significarse en la búsqueda de la «verdad» de los atentados. El atentado de Barcelona vuelve a plantear varias cuestiones: ¿Qué ha pasado para llegar a esta situación? ¿Qué se puede pretender con este atentado@Desdelatlantico.
I. LAS PELIGROSA RELACIÓN DEL SEPARATISMO CATALANISTA CON EL SALAFISMO
Quizás sea útil para entender lo ocurrido en Barcelona recordar que Cataluña es, quizá, la región de España con una presencia islamista (salafista) más importante. Esto no es un producto del azar sino el resultado (querido o no) de una política iniciada por el padrino del separatismo catalanista, Jordi Pujol i Soley. Pujol, agente del lobby pro-marroquí como se reveló claramente en unos documentos recientemente revelados, ante la necesidad de mano de obra barata en Cataluña pretendió atraer a mano de obra marroquí en lugar de la procedente de países hispanófonos. A su juicio, sería más fácil «catalanizar» a quienes no tenían una herencia o tradición hispánica.
Marruecos, naturalmente, aprovechó la ocasión. A tal efecto, comisionó a un agente suyo, el espía Nureddin Ziani. Ziani se infiltró en los medios islamistas, a los que apoyó. A cambio de obtener la cobertura de los catalanistas para fomentar el salafismo en Cataluña, Nureddin Ziani, se comprometió a difundir el separatismo catalanista entre su «clientela», a saber, los emigrantes marroquíes.
Una vez constatado que el espía marroquí Ziani se dedicaba a apoyar el salafismo, el servicio secreto español, CNI, decidió su expulsión. Resulta procedente recordar que la decisión del gobierno español fue recibida con hostilidad por el gobierno regional separatista catalanista. El entonces portavoz de Convergencia (CDC, hoy PDCat), Josep Rull, manifestó públicamente su rechazo a la expulsión de Ziani a quien defendió por considerarlo «soberanista». Rull confesó así claramente que este espía de Marruecos se dedicaba a promocionar el separatismo catalanista.
II. EL FANATISMO, CALDO DE CULTIVO DEL TERRORISMO
Parece razonable pensar que para ejecutar actividades terroristas o bien debe mediar un poderoso móvil económico, o bien hay que estar sumamente fanatizado. La existencia de fanáticos es así el caldo de cultivo del terrorismo. No hay duda que el salafismo es una visión fanática y fanatizante del islam. Estos fanáticos son el terreno en el que se reclutan los eventuales terroristas, con la ventaja de que su escaso nivel intelectual o racional les hace fácilmente manipulables.
La tarea fanatizante de Ziani, a la postre, no sería sino la consecuencia última de algo que el mismo Hassan II, confiado en su impunidad internacional, no tuvo vergüenza en confesar públicamente: que el terrorismo es un instrumento de la política marroquí.
III. APUNTES SOBRE LA AUTORÍA MATERIAL
Cuando escribo estas líneas, en las últimas horas del día 17, no está aún del todo clara, la autoría material.
Se ha filtrado el nombre y la foto del sospechoso de ser autor material del atentado, un súbdito marroquí parece que nacionalizado español.
Sin embargo, otras informaciones apuntan a que el individuo en cuestión se personó en dependencias policiales para denunciar que le robaron sus documentos.
Las informaciones proporcionadas en este momento son que un sospechoso ha sido muerto y otros dos están detenidos.
Para colmo, en el comunicado del EI-ISIS-DA’ISH reivindicando el atentado, y difundido en árabe, alemán y español, mientras las versiones árabe y alemanas hablan de «soldados» (del ISIS), la versión española habla de «un soldado».
IV. HIPÓTESIS SOBRE LA AUTORÍA INTELECTUAL
A pesar de la reivindicación formal del atentado por el ISIS, hay muchas dudas sobre la autoría intelectual y están abiertas todas las hipótesis. No olvidemos que el ISIS, como ha quedado ya más que demostrado, igual que Al Qaida, son organizaciones que están apoyadas por determinados Estados (que incluso pueden haber participado en su creación).
De entrada, la reivindicación del ISIS dice que el atentado es una respuesta contra España por formar parte de la «coalición»… pero ¿qué «coalición»? Esta referencia a la «coalición» no puede sino sembrar el desconcierto sobre la credibilidad de esta reivindicación.
Cabría también plantearse si este atentado no se halla en relación con la reciente activación por Marruecos de otro de los instrumentos de su política, la emigración ilegal.
Finalmente, podríamos preguntarnos si el atentado es la «respuesta» al hecho de que ALGUIEN que pactó la ruptura de España con OTRO ALGUIEN parezca haberse echado atrás en el último momento.
El tiempo dirá.
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