Se ha puesto de moda la bicicleta en este año de pandemia y de hecho apenas quedan modelos en las tiendas.
la duda ahora es si una vez superado o al menos controlado el coronavirus, la gente seguirá pedaleando.
Y planteado así el tema, subrayar que quienes lo hagan y serán muchos deben tener muy presente que uno de los aspectos más determinantes a la hora de montar en bici, tanto en ciudad como en carretera, es el alumbrado.
Las famosas luces, que algunos usuarios desconocen o pasan por alto.
No hacer un uso correcto de las luces cuando se circula en bicicleta por la noche conlleva una sanción de hasta 200 euros y lo mismo pasa en caso de no llevar el chaleco reflectante obligatorio.
Pero, ¿qué luces es más adecuado utilizar?
Las obligatorias según la normativa de la Dirección General de Tráfico son la luz delantera blanca, que nos ayuda a vislumbrar posibles obstáculos en el camino, y la trasera roja, que facilita que seamos vistos.
Las luces son visibles en cualquier tipo de escenario (ciudad, calzada, carretera, carril bici…) y son obligatorias por la noche, aunque también en recomendable usarlas por el día sobre todo en situaciones de baja visibilidad.
En el caso de que se queden sin batería o pilas, la sanción correspondiente puede ser igualmente interpuesta, ya que bajo ningún concepto se debe circular por la noche sin luces.
Si una de las dos bombillas falla, habrá que bajar de la bici y completar el resto del trayecto a pie.
Para que esto no suceda, se pueden utilizar luces recargables por USB o dinamos que permitan salir siempre con el alumbrado a punto.
Igualmente, desde 2018 es posible utilizar luces intermitentes o parpadeantes.
Igualmente, es aconsejable completar todo el conjunto con accesorios reflectantes extra tanto en la indumentaria como en la bicicleta: arcos reflectantes, tobilleras o pulseras, pegatinas….