Con los precios de los carburantes por las nubes, la Operación Salida es más cara que nunca salvo para los conductores de coches eléctricos. Se ha disparado la venta de estos vehículos y se ha multiplicado el número de personas que se van de vacaciones aprovechando los puntos de recarga que hay por todo el país. Un coche eléctrico gasta menos de dos euros en recorrer 100 kilómetros frente a los casi 13 euros de uno de gasolina. Al llenar el depósito, cada conductor paga 70 euros más de lo que pagaría por recargar un vehículo eléctrico para la misma distancia.
Solo en combustible el vehículo eléctrico supone un ahorro de 2.000 euros cada año. Que en vacaciones, al hacer más kilómetros, se multiplica. Hay 15.000 puntos de recarga en toda España, de los que 2.000 son rápidos. Casi la mitad de estos puntos de recarga rápida pertenecen a Iberdrola, que cuenta con 2.300 puntos de recarga propios y está instalando 100 nuevos puntos de recarga cada mes.
Muchos conductores planifican sus viajes con una aplicación de Iberdrola para saber dónde recargar la batería durante el recorrido a su lugar de vacaciones. Por menos de 100 euros recorren 1.400 kilómetros, los viajes de ida y vuelta más los posibles traslados en su destino. Cuando suman el ahorro en mantenimiento, impuestos, peajes y parkings, les cambia la cara. Su coche eléctrico les ahorra un buen pellizco del presupuesto de sus vacaciones. En vez de en gasolineras, se lo podrán gastar en restaurantes.
