Juncker apremia a la formación de un Ejecutivo estable en España

Un Gobierno débil no podrá cumplir con el objetivo de déficit fijado por la UE para España

El complejo resultado que arrojaron las urnas el pasado 20 de diciembre no servirá de excusa a las instituciones comunitarias para aflojar la presión sobre España

Un Gobierno débil no podrá cumplir con el objetivo de déficit fijado por la UE para España
Jean-Claude Juncker. CE

La Comisión Europea exigirá recortes adicionales en los Presupuestos, lo que choca con las promesas de PSOE, Podemos y C's que se comprometieron a medidas de gasto millonarias

El complejo resultado que arrojaron las urnas el pasado 20 de diciembre no servirá de excusa a las instituciones comunitarias para aflojar la presión sobre España. El comisario de Economía, Pierre Moscovici, primero; y el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, después, llevan advirtiendo a nuestro país que deberá acometer ajustes adicionales para cuadrar el déficit público desde que el Ejecutivo en funciones de Mariano Rajoy aprobó los Pesupuestos para 2016, allá por el mes de octubre.

Traducido por José Luis Bajo Benayas en ‘El Economista‘ este 16 de enero de 2016: el futuro Ejecutivo se encontrará con una situación presupuestaria muy difícil de gestionar y deberá aplicar medidas de difícil encaje ciudadano, apenas unos meses después de sacar la chequera en plena campaña electoral.

Sólo el PP, que limitó sus promesas a varios retoques en el IRPF y medidas de apoyo a la contratación, moduló el mensaje preelectoral para dar a entender a Bruselas que su compromiso con el déficit es total. El PSOE, Podemos y Ciudadanos, las otras tres grandes formaciones, reconocieron que pedirían más margen a las instituciones europeas y confiaron en su mano ancha.

Ahora, y con un PP que ha pasado de la mayoría absoluta de 186 escaños a otra mayoría mínima de 123, el peligro de la conformación de un Ejecutivo débil complicaría aún más los objetivos de consolidación fiscal, por los que España se ha guiado en los últimos años y con los que ha recuperado parte del crédito internacional perdido.

Medidas de gasto millonarias

La conformación de un hipotético Ejecutivo encabezado por el socialista Pedro Sánchez y apoyado por Podemos y otras formaciones minoritarias haría prácticamente inviable la reducción del déficit. El PSOE concurrió a las elecciones prometiendo una renta mínima vital para 730.000 hogares con un coste estimado en los 6.000 millones, y su secretario general ya advirtió que diría a Bruselas que «es imposible» cumplir con el déficit prometido del 2,8%, sumando los ajustes previstos desde el 4,2% comprometido en 2015 y los ajustes adicionales «que provoque la herencia que deja el PP».

Y el PSOE no sería el mayor de los obstáculos. Pablo Iglesias, líder de Podemos, y socio sobre el que Sánchez debería apoyarse, esgrimió en campaña que pediría a la UE «dejar el déficit por debajo del 3%, pero en 2019».

Iglesias prometió a los votantes aprobar una renta garantizada a personas en riesgo de exclusión por valor de 15.000 millones; un aumento multimillonario de la dotación de la sanidad y la educación para «paliar los recortes» de la pasada legislatura; y un fuerte aumento de la inversión pública para cambiar el modelo productivo. Una serie de propuestas en línea con las que hizo Alexis Tsipras, primer ministro griego, cuando accedió al Gobierno de aquel país, con consecuencias hoy fatales. Bien es cierto que un entendimiento PSOE-Podemos, ya sin la presión de la campaña, podría rebajar esas pretensiones de ambos, tal y como reconocen fuentes de ambos partidos. Sin embargo, eso no sería suficiente para recortar el déficit en torno a los 20.000 millones de euros, tal y como ahora se estima.

La incorporación de Ciudadanos a ese entente, o el apoyo de la formación naranja a una investidura de Pedro Sánchez, tampoco garantizaría cumplir con el objetivo de déficit de 2016. El pasado jueves, el propio Albert Rivera reconoció que la prioridad de su formación en las primeras semanas de actividad legislativa era la de «recuperar a la clase media y a la clase trabajadora». En pocos días, Ciudadanos llevará al Congreso su propuesta estrella de complemento salarial, con un coste estimado en los 7.800 millones.

Otras de sus propuestas, como la de permitir a los autónomos que no tributen por debajo del SMI o la Ley de Segunda Oportunidad, tampoco saldrían gratis.

Respaldo para las reformas

Consciente de que la presión de Bruselas arreciará en cuanto se forme Gobierno, el jefe del Ejecutivo en funciones Mariano Rajoy repite desde el 21 de diciembre que «necesitamos un Gobierno estable» para «aprobar las reformas que España necesita». No precisa qué reformas son esas, pero sí recuerda que el apoyo del PSOE y de C’s motivaría que el Ejecutivo contase con 253 escaños a favor, más del 60% del Congreso.

Europa, mientras tanto, aprieta en privado, sugiriendo que serán necesarios recortes adicionales de 10.000 millones de euros a los ya previstos. Un escenario crudo, con un Ejecutivo débil y sin la estabilidad presupuestaria como gran prioridad.

Los expertos auguran duras medidas

No sólo son el FMI o la Comisión Europea. En España, numerosos organismos han avisado sobre un complejo 2016. José Luis Feito, presidente del IEE, ya advirtió que «serán necesarios más recortes» por causa de unas cuentas públicas «electoralistas», lo que obligará a conformar «una suerte de gran coalición» para aprobar más ajustes.

El IEE propone, entre otros, la prolongación de la edad de jubilación o el establecimiento de peajes blandos. Mientras, el Círculo de Empresarios denunció «la escasa ambición» de las Cuentas públicas, y apuesta por ahondar en las reformas laboral y de pensiones y crear nuevos ‘impuestos verdes’.

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