Sucedió en Madrid, el pasado 24 de abril, sábado, día en el que nos volvimos a reunir en feliz fraternidad el grupo de amigos de los cócteles que venimos intercambiando fórmulas, cotilleos, tragos y buen rollo desde hace ya unos cuantos años. La promotora del grupo, mi querida amiga Elvira Jenssen, nos relata, como en ocasiones anteriores, lo que ocurrió en esta memorable jornada, que ha pasado a formar parte de la historia de nuestro grupo de aficionados a loc cócteles. Hay tienen ustedes su relato:
«Fue el sexto encuentro del grupo de cócteles y segundo realizado en Madrid. Habíamos quedado a las 12:30 en el Lhardy para comenzar tranquilamente la jornada con un caldito, una croqueta y una media combinación. De ahí fuimos caminando hasta La Venencia donde tomamos un par de copas de rica manzanilla servidas a la justa temperatura y acompañada de unas deliciosas aceitunas y mojama con sus almendritas. El siguiente punto de nuestra ruta era el Mercado de San Miguel, pero antes hicimos una parada en el supuesto sitio donde se inventaron las patatas bravas y que tienen patentada la salsa brava, en el callejón de Álvarez Gato. Aquí acompañamos las patatas con una caña bien tirada. El Mercado de San Miguel estaba hasta arriba de gente por lo que decidimos dar una vuelta pero sin realizar ninguna parada. Allí vimos deliciosos canapés, pasteles varios, ostras o steak tartar entre otras interesantes cosas. El lugar elegido para comer un pequeño restaurante mexicano, Mi Ciudad, donde comimos ricos tamales, enchiladas, guacamole y todo acompañado de una interesante michelada y que terminamos, como no podía ser de otro modo, con un par de tequilitas con su sangrita.
Tras esta primera e intensa parte decidimos hacer una pausa, descansar en el hotel y volver a quedar a las 18:30 el Le Cabrera. Le Cabrera está en la calle Bárbara de Braganza número 2, el bar está en un sótano y la parte de arriba está abierto para tomar raciones siempre y cuando estés sentado pues no serás servido si estás de pie. Abajo está la coctelería, decorada con muy buen gusto con espejos y cerca de 200 preciosas cocteleras que Alberto Gómez Font ha prestado al bar, así como una colección impresionante de libros de coctelería. Aquí tuvimos la suerte de que se nos uniera por un breve rato otro gran barman que hay en Madrid: Ángel San José, a la sazón a cargo del bar Las estancias en el Casino de Madrid de la calle Alcalá. Aunque no pudimos conocer al barman Diego Cabrera puesto que se encontraba en su Argentina natal, el servicio y los cócteles que nos sirvieron fueron excelente. Nos tomamos un delicioso silver fizz y un rico mojito y nos enseñaron su colección de ginebras, rones, vodkas y wiskeys. El local de Le Cabrera es pequeñito, pero muy acogedor. Es, sin lugar a dudas, un sitio recomendable tanto por el trato como por los tragos que allí se sirven.
De allí seguimos ruta a Del Diego, que a pesar de todavía ser pronto estaba ya lleno. Allí nos tomamos un joaquín y jencas special (vodka con cynar y ginebra con cynar), el trato fue correcto aunque algo frío. Antes de nuestra última visita nos fuimos a cenar, eso sí, dimos una vuelta por Cock aunque sin tomar nada. Tras llenar de nuevo el estómago tomamos un taxi a la coctelería O’Clock, en la calle Juan Bravo 25 en pleno barrio de Salamanca. Está decorado como un típico pub inglés, acogedor y muy grande, aunque no tardó mucho en llenarse. El barman Carlos Moreno, que amablemente se acercó a saludarnos, nos preparó un rico daiquiri, un water melon martini, un muy especial y aromático Gin&Tonic y un whisky. Es sin duda también un lugar aconsejable, como los otros dos, y da gusto ver cómo poco a poco van abriendo más coctelerías en Madrid. Por la cantidad de gente que llenaban los locales está claro que demanda hay, así que esperemos que en breve vayan abriendo más locales donde te preparan buenos cócteles a precios razonables.
Fue sin duda otra noche divertida e interesante donde conocimos nuevos sitios y a gente que nos trató de manera estupenda a la vez de prepararnos riquísimos cócteles.
¡Hasta el próximo encuentro coctelero!»
Pues muchas gracias, Elvira, por tu entretenida crónica, y como bien dices, esperemos que haya un nuevo encuentro pronto. Entretanto, quien se quiera incorporar al grupo, atnto on line como presencial, será bienvenido.
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