No sé si será por chulería o por proximidad, pero es el propio Pablo Carbonell, el que lo anuncua diciendo que » Pablo Carbonell, o sea yo, saco nuevo disco», dice en el correo en el que lo anuncia.

Y digo lo de chulería sin mala intención porque como probablemente sepan lo hace en la discográfica 18 Chulos Records. Y digo lo de proximidad porque el disco se titulo, con la foto de Pablo entre el asombro, el temor y la estupefacción, quizás un poco demasiado próximo, Canciones de cerca.

Cuenta con un enorme y afamado elenco de colaboradores, como son Los delincuentes, Raimundo Amador, Pepe Bao, Lichis y una interminable lista de amigos y profesionales del mundo sonoro. Y continúa hablando el propio autor; «Para la presentación en Madrid, quue fue el otro día» (y, digo yo, coincidió con un importante partido de fútbol) «y resto de España me acompañará únicamente mi guitarra La Cangrenosa«. Así está el patio. No os lo perdáis. Besitos a todos y que cada palo aguante su vela.
Pablo«.

«Hay magia de lejos:
La mujer se convierte en pantera,
La llamarada convierte al mago
En temporal de nieve.

Y hay magia de cerca,
Te escamotean una carta,
Te sacan una moneda de la oreja.
Hay canciones para las Olimpiadas
Y canciones para ser susurradas al oído
Hay canciones de lejos, para bailar.
Y hay canciones para mirarlas.
Estas son las canciones de cerca.

Pablo Carbonell

Puede hacerse una idea pinchando aquí.

Así que ya ven que el gaditano celebra su primer medio siglo sobre la Tierra a lo grande, lanzándose a la aventura de sacar en solitario (¿será por eso la cara de la portada?), un disco en estos momentos tan liados, entre «la cosa2 y las descargas on line, y lo hace en un acto de creatividad y de inspiración, sí, pero también de esfuerzo y arrojo, de lo que mucho nos congratulamos ya que ambas dobes cosas son más que necesarias siempre y también en estos tiempos. ¡Enhorabuena! y ¡a comprarlo!

Si ha llegado hasta aquí le contaré los tres (o cuatro)contextos en los que he coindidio con Pablo Carbonell:

– En un garito, cuando actuaba en Malasaña con Pedro Reyes en la época de la movida como dúo cómico.

– En Liber cuando organizamos una serie de mesas redondas promocionales y él asistió en la de músicos, demostrando su atlético potencial saltando por encima de los sofás de la sala.

– En un restaurante, el Samarkanda de la estación de Atocha, donde me sentaron en la mesa de al lado de la que él ocupaba hablando muy serio con unos señores (parecían familia).

– Y la cuarta, que es en el cine, en la película Atún y Chocolate, de la que aquí ya les he hablado.